LA VERDAD NOS HACE LIBRES.-
Declaración del Comité Oscar Romero de Chile.
El sacerdote jesuita Felipe Berríos, ex
capellán de “Un techo para Chile”, actualmente ejerciendo su ministerio
sacerdotal entre los refugiados de Ruanda, ha concedido una entrevista a
Televisión Nacional de Chile. Entre
otros temas, el padre Berríos ha hecho referencia al predominio del consumismo,
a la lejanía de la Iglesia hacia los jóvenes, a la importancia de la
participación política, a predicar el Evangelio con gestos concretos, a la
educación católica excluyente y discriminatoria, a los ritos carentes de contenidos, a quienes quieren “comprar la
salvación con buenas acciones” y que “cuando tocan sus intereses económicos
dejan de ser buenas acciones”.
Reconoció a la “Iglesia real, que vive en
poblaciones, los solidarios, los curas jugados, los capellanes que están en los
hospitales”. (…) “Pero está la iglesia
jerárquica que no dice nada” y que requiere “jugarse más por Jesucristo y vivir
más en la pobreza”. Agregó que se suprimió
“una Iglesia viva con la Teología de la Liberación” (…) y como obispos “se
escogieron voceros del Vaticano que no piensan por sí mismos”.
Frente a las diversas reacciones que han
provocado las palabras del padre Berríos, el Comité Oscar Romero-SICSAL-Chile
declara lo siguiente:
1º el padre Felipe Berríos es un sacerdote que
siempre ha dado testimonio del Evangelio.
Su palabra y su acción han significado un ejemplo para la Iglesia
Católica y una luz de orientación para la juventud de Chile. Esto lo ratifica la actual misión eclesial
que se encuentra desempeñando en Africa, con profunda alegría y en medio de
grandes dificultades.
2º A
quienes pudieren disentir del contenido su reciente entrevista, es válido
recordarles que, para Jesucristo, Dios no es una teoría, sino una experiencia
que transforma y hace vivir una vida más digna, amable y feliz para todos,
empezando por los más abandonados de esta tierra..
3º El padre Berríos insta a los que siguen a
Jesucristo a introducir en el mundo la “Buena Noticia” para los pobres,
“liberación” para los cautivos, “luz” a los ciegos, “libertad” a los oprimidos,
“gracia” a los desgraciados. Esto es, la
espiritualidad cristiana empuja, antes que nada, a promover una vida más
liberada, más sana, más dichosa, porque es la voluntad y el agrado de Dios.
4º La Carta de los Superiores Provinciales
Latinoamericanos de la Compañía de Jesús, dada en Ciudad de México el 14 de
noviembre de 1996, profundiza la misión fe-justicia, señalando que “detrás de
la racionalidad económica que suele llamarse neoliberal hay una concepción del
ser humano que delimita la grandeza del hombre y la mujer a la capacidad de
generar ingresos monetarios”. (Nº 10).
En la conclusión, el mismo documento indica que los jesuitas “hemos sido
llamados en la Iglesia para contribuir a la liberación de nuestros
hermanos y hermanas del desorden humano
y vamos a permanecer allí, en esta tarea al servicio de todos, situándonos al
lado de nuestros amigos los pobres, porque desde allí lo hizo nuestro amigo, el
Señor Jesús”. (CG34, 2, 9). En consecuencia, el padre Berríos está
cumpliendo literalmente con los principios de la Compañía de Jesús a la
pertenece. Sus palabras son fieles a la
verdad.
5º Las autoridades eclesiásticas tienen el
deber y la responsabilidad de escuchar a los miembros de la Iglesia y examinar
su actuar antes de descalificar visiones divergentes, especialmente en aquello
que se refiere al enfoque estructural sobre los acontecimientos históricos, que
constituyen signos de la presencia de Dios, a quien es el único al que se le
debe obediencia ilimitada.
6º El Comité Oscar Romero-SICSAL-Chile reitera
su fraternal apoyo al padre Felipe Berríos y hace propias sus palabras en
cuanto a que, al igual que el obispo mártir Oscar Arnulfo Romero, los problemas
deben afrontarse yendo a sus raíces.
Comité Oscar Romero-SICSAL-Chile.
Santiago de Chile, 30 de mayo de 2013.
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