ADVIENTO 4° Dgo. Mt.1,18-24
El domingo pasado nos preguntábamos; ¿
Qué señales de credibilidad damos
?
Ayer entre sus contemporáneos no
les era fácil
reconocer en él al Enviado de
Dios. Aquel rabí, salido de un pueblo
humilde, con poca cultura, escasa preparación religiosa, viene a romper con las
tradiciones, sagradas. ¿ será un
profeta, un embaucador ?
Dice Juan: “ Vino a su casa, acampó entre
nosotros, pero los suyos no le reconocieron.”
Lo importante no es saber que Jesús ex istió,
que es hijo de Dios, que sus palabras son fuente de vida , sino dejarse guiar y salvar.
Esto es lo trascendente. Muchos
bautizados vivimos como si Cristo no existiera, repetimos gestos y
signos…pero no se corresponden con una adhesión real a la persona de
Jesús, puede sea este nuestro caso,
ignoramos que Cristo tiene una gran influencia en nuestra vida.
Un
buen compromiso de NAVIDAD es
acercarse al EMANUEL, para escucharle y comprometerse a un mayor acercamiento a
la BIBLIA, especialmente, sobretodo al
NUEVO TESTAMENTO. ¿
cuando? ¿cómo? Es cuestión personal. Lectura, reflexión y oración
de la BIBLIA es un verdadero sacramento.
¿Con qué frecuencia, con qué talante nos
relacionamos con él? ¿ Mantenemos una relación viva con él? ¿En qué medida vivimos la compañía de Jesús?
Dice Atilano: “creo que a la mayoría de los
cristianos nos pasa lo mismo que a los apóstoles cuando se levanta la
tempestad y reman con furia,
convencidos de que el Maestro
duerme y no se entera de nada. (Mc. 4,38)
El Maestro aparenta estar dormido, pero está
vigilante y calmará,
como entonces, nuestras tempestades.
Pero hay que
contar con él.
Jesús
nos recuerda hoy
que es el Dios-con-nosotros.
NAVIDAD HA DE
AVIVAR LA EXPERIENCIA DE ESTE PRIVILEGIO DE LA FE.”
Comentario de “El Don
de la Palabra” ciclo A. de Atilano
Alaiz, en versión libre autorizada por
el autor realizada por José Eduardo Bernadá.-
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