La “perversión” está en la Iglesia, en su negativa a reconocer la importancia de la sexualidad y las desastrosas consecuencias de reprimirla Querido Francisco: Le escribo el 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María, después de haberme enterado por la radio esta mañana, al levantarme, de otro nuevo escándalo de pedofilia que ha “salpicado” a la Iglesia Católica —esta vez en Pensilvania—, con un millar de niños violados o agredidos sexualmente por sacerdotes durante los últimos 70 años.··· Ver noticia ··
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