Comentario sobre la interesante reflexión de Atilano; “confinamiento, una oportunidad”.-
Recibimos de Atilano
Alaíz. Como siempre una oportuna reflexión para interpretar “el signo de los tiempos”. Se la pasamos con
letra más grande para una mejor lectura.-
Personalmente un pequeño detalle le ha faltado; claro, entiendo no
es su intención.
También este
“confinamiento, una oportunidad” para la iglesia digamos
oficial, la celebrante. Vemos celebrar al obispo
de Roma desde su casa, siempre de blanco, sin nadie a su lado
dándole vuelta las páginas. Lo menciono
porque vimos una celebración transmitida por la TV española
de Castilla y León. (y muchas más, de otras partes) Un obispo lleno
de capas coloridas, un pesado báculo metálico dorado, un
anillo de oro más grande que la mano, tres curas
detrás, se sacaba un gorro, corría uno con una bandeja
a depositarlo, se sacaba el otro, otra bandeja, toda la
celebración totalmente “servil”. (Comentamos lo de España, pero por CASA es igual...)
En la homilía habló
de la “atención a los pobres en esta pandemia”….. ¡! Cabe
aquí lo que dice Atilano; “incluso los que realizan tareas a
domicilio, dispongamos de más tiempo; lo importante es que sepamos
invertirlo
fecundamente”; agregando lo leído hace unos
días de José Arregi:“La pandemia ha puesto aún más de manifiesto que la institución
eclesial sigue anclada en lenguajes, ideas e imágenes del pasado”…….sí
querido hermano Atilano nosotros te agradecemos esta luz amarilla,
debemos plantearnos y replantearnos todo lo que mencionas para esta porción
mayoritaria del Pueblo de Dios; en el entendido que la más pequeña,
pero dominante, “el confinamiento, una oportunidad” para
dar un timonaso a tiempo. Nos va la permanencia…
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