UN DÍA PARA REFLEXIONAR
Hoy se cumplen 192 años de uno de los episodios más tristes y repudiables de la historia uruguaya. No hay atrocidad cometida en suelo oriental desde la fundación del país hasta la fecha, que pueda compararse con el episodio ocurrido aquel 11 de abril de 1831 en la emboscada homicida perpetrada contra la nación Charrúa en el encierro natural conformado por los arroyos Salsipuedes y Tiatucurá, límite de lo que hoy son los departamentos de Tacuarembó y Paysandú.
Ese fue el lugar elegido por Fructuoso Rivera, por entonces Presidente de la recientemente formada República Oriental del Uruguay, para ejecutar al mayor número posible de Charrúas a los que había citado para organizar una supuesta acción militar en la que habrían de participar como lo habían hecho en los tiempos artiguistas, cuando fueron los más leales soldados de la causa oriental. Allí, los indujo a poner sus caballos a pastar con el fin de dejarlos a pie, a despojarse de armas para comer y beber como buenos amigos, de modo que indefensos y sorprendidos, fueran blanco fácil del ejército nacional que los atacó traicioneramente.
Nunca se sabrá el número exacto de Charrúas caídos en esta cobarde operación genocida, pues sus ejecutores se encargaron de ocultar la verdad de los hechos y no existe registro oficial de las víctimas masacradas. Tampoco sabremos jamás el número de Charrúas que lograron escapar de la emboscada. Apenas tenemos datos de que algunas decenas de mujeres y niños fueron repartidos como despojo entre familias de la alta sociedad montevideana, para cumplir tareas de servidumbre al tiempo que se les trató de hacer olvidar su cultura original imponiéndoseles la lengua y tradiciones traídas desde Europa por los conquistadores.
Gracias al trabajo paciente y riguroso de numerosos investigadores, hoy podemos acceder a detalles de esta acción de terrorismo de estado que se procuró silenciar durante mucho tiempo. Merced al resurgimiento de la nación Charrúa que se empezó a esbozar en la década de los 80 del siglo pasado, cuando algunos de sus descendientes rompieron el silencio y empezaron a reconocerse como tales, hoy podemos hablar de la recuperación de vestigios de su lenguaje, creencias y costumbres en nuestro país.
La convicción de que había que admitir la verdad respecto al genocidio ambientó en el año 2009 que mediante Ley se declarara al 11 de abril como Día de la nación Charrúa. En 2011 se introdujo por primera vez la pregunta respecto a la ascendencia indígena en el formulario del Censo Nacional. Algo se ha avanzado, pero queda mucho por hacer. Aníbal Terán Castromán
Abril 11 de 2023
(adjunto dibujo de Nicolás Chevataroff, artista plástico sanducero que se radicó en Treinta y Tres donde formó familia y desarrolló una reconocida actividad profesional como agrónomo durante muchos años)
Nota del blog.- Creemos que la IMM, debió y debe enmendar errores históricos. Este militar, primer presidente, de gris pasado con sus congéneres, traicionó a Lavalleja y faltó al ideario de Artigas para con los más desprotegidos, "los indios, zambos, negros..." se le rinde homenaje con una larga avenida nace en 18 de Julio hasta Carrasco. Sugerimos en primera instancia cambiar desde 18 de Julio hasta Gallinal su nombre por el de La NACIÓN CHARRUA o NACIÓN CHARRÚA. El parque Pedro Durandeua, por PARQUE DE LA NACIÓN CHARRÚA.-
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