"Este 5 de marzo celebramos el nacimiento de Karl Rahner, el gran "teólogo de la modernidad". Uno de los frutos de la teología de Rahner fue el Concilio Vaticano II ", escribe el teólogo Romero Venâncio , profesor de la Universidad Federal de Sergipe .
Aquí está el artículo.
Con la furia extrema de un tradicionalismo crudo que crece dentro del catolicismo romano actual, la crítica del Concilio Vaticano Segundo y la teología que lo inspiró se ha convertido en una obsesión. Y en esta avalancha entra uno de los más grandes teólogos católicos. Karl Rahner está bajo el fuego de una extrema derecha católica virulenta y mediocre. Al atacar a Rahner, creen que están desmantelando toda una cultura conciliar que ha reconfigurado para siempre la Iglesia católica en el mundo.
Este 5 de marzo celebramos el natalicio de Karl Rahner . El teólogo alemán cumpliría 120 años. Sacerdote católico jesuita de origen germánico y uno de los teólogos más influyentes del siglo XX, Rahner , influenciado por Erich Przywara y Joseph Maréchal y estimulado por sus estudios con Martin Heidegger , intentó una síntesis de la tradición teológica con el pensamiento contemporáneo, cambiando el punto de partida de la teología católica. Sin abandonar a Tomás de Aquino , por cierto. Bernard Lonergan clasificó la obra de Rahner como “ tomismo trascendental ”, mientras que otros se refieren a su antropología teológica. Básicamente, Rahner fue el gran “teólogo de la modernidad”. Uno de los frutos de la teología de Rahner fue el Concilio Vaticano Segundo .
Al concluir el Concilio Vaticano Segundo , la Iglesia Católica Romana pareció entrar en una nueva fase (quizás sin precedentes). En 1965 había mucho "ruido" internamente en la Iglesia. Se respiraban curiosidades, preguntas abiertas y la necesidad de renovación. Estaban a la expectativa cardenales, obispos, sacerdotes y laicos. El Papa fue Pablo VI en un pontificado reciente. Tras la muerte del Papa Juan XXIII , la elección del cardenal Montini sería el camino correcto . De hecho, esto ocurrió. Lo que vino después fue lo impredecible. Empezamos a notar una Iglesia insegura, vocaciones en crisis y una Iglesia que necesitaba ampliar los cambios y establecer un diálogo eficaz con el mundo moderno. Un pequeño grupo de obispos conciliares se sintió traicionado. Según ellos, la Iglesia había ido demasiado lejos. Habría anunciado cambios muy rápidos que podrían poner en riesgo la "tradición". Comenzó el movimiento tradicionalista. Más ruidoso que articulado. No eran muchos, pero sabían lo que querían. De esta generación destaca el obispo conciliar Dom Marcel Lefebvre . Destacó por su resistencia a ciertas reformas de la Iglesia católica introducidas por el Concilio Vaticano II . Fue un obispo que defendió y dirigió el movimiento tradicionalista católico. Creó seminarios y una organización llamada Fraternidade São Pius X. Nuestro tema aquí no es el desarrollo de una extrema derecha católica surgida de los resultados del Concilio Vaticano II, sino precisamente aquellos que querían profundizar y avanzar en los resultados conciliares. El clima de los años 60 favoreció a los llamados "progresistas" en la Iglesia. Uno de los nombres más importantes en los debates teológicos durante el Concilio Vaticano II fue el alemán Karl Rahner . Para el teólogo italiano Rosino Gibellini , Karl Rahner , especialmente en el momento histórico del Concilio Vaticano II, se situó en la línea de la renovación y se ocupó de tender un puente entre tradicionalistas y progresistas. Según Gibellini , la teología de Rahner estaba plenamente en sintonía con el gran proyecto innovador del Concilio. Gibellini fue un actual e importante estudioso de la teología cristiana contemporánea y autor de la ya clásica Teología del siglo XX . Rahner no logró cerrar la brecha con los tradicionalistas. El movimiento tradicionalista creció y se salió de control, incluido el del Papa Pablo VI (basta ver los problemas que causó Lefebvre). El teólogo alemán fue fundamental para los progresistas de los años 60 y 70. Destaco aquí un breve conjunto de ensayos de Karl Rahner publicados en 1965, aún en pleno final del Concilio. En Brasil, el conjunto de ensayos fue publicado por la editorial Fonte con el título: " El cristiano del futuro " en 2005. Una publicación exitosa, ya lo hemos dicho. No tenemos ninguna duda, es necesario volver a leer las obras de Rahner . Un teólogo de calidad, erudición y actualidad no puede caer en el olvido ni quedar reducido al juicio implacable y equivocado de la derecha católica de turno. He estado siguiendo los movimientos de la extrema derecha católica en las redes digitales en los últimos años y una cosa que noté inmediatamente fue una reacción virulenta a la obra de Rahner y su teología. Estas personas consideran a Rahner un "enemigo de la Iglesia" debido a su influencia decisiva en el Concilio Vaticano II . Todos los cambios en la Iglesia posconciliar son responsabilidad del teólogo alemán. Se le considera aquel teólogo que empujó a la Iglesia a los brazos del " modernismo " (palabra clave en los discursos de la extrema derecha católica). Esta palabra es tan utilizada por esta extrema derecha dentro del catolicismo que resulta difícil precisar su uso. Está claro que el término "modernismo" significaba casi todo en la Iglesia posconciliar. Evidentemente, siempre en un sentido negativo, herético y demoníaco. ¿Qué hizo , en realidad, Karl Rahner para recibir tal desaprobación por parte de un grupo de tradicionalistas? Creo que el breve y sugerente libro El cristiano del futuro puede indicar algunas respuestas a las críticas que sufre el teólogo alemán. La obra cuenta con un breve prefacio del autor y cuatro textos. Primero, " La Iglesia que cambia ". En segundo lugar, " La situación ética en una perspectiva ecuménica ". En tercer lugar, " Los límites de la Iglesia: contra el triunfalismo clerical y los laicos derrotistas " y, por último, " La enseñanza del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia y la realidad futura de la vida cristiana ". Parece que cada texto tiene una dirección específica en función de los títulos.
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