La palabra “pobreza” no puede entenderse como el sentido que le
solemos dar en el lenguaje corriente, carencia de lo necesario…Y
mucho menos si se entendiera como una condición para entrar en el Reino de Dios. ¡¡¡Cosa absurda e impensable!!! La pobreza sigue siendo un mal contra el que hay que luchar sin tregua. Lo contrario sería la legitimación de la injusticia y de la avidez humana. Dios quiere que el hombre viva con dignidad y para ello puso a su servicio toda la creación… Génesis…
No es fácil comprender lo que Jesús quiere decir cuando llama
“felices” a los pobres. Podemos decir que es pobre quien ha llegado a tener la convicción de que lo material, aún siendo necesario, no le puede dar por sí solo, la felicidad. No debe constituir la meta de su vida. Es un don gratuito que Dios nos da, tener la certeza de que Dios-Padre es nuestra suprema riqueza. Que sin Él no podemos llegar a ser plenamente felices. Las cosas materiales que tenemos nos ayudan a vivir con dignidad pero Jesús nos advierte del peligro de poner nuestro corazón en ellas. De ahí que decía: “Mientras tengan con qué comer y con qué vestirse, no ambicionen más”. “No pueden servir a Dios y al dinero”.
El recorrido del Evangelio, nos ayuda a encontrar personas que son los Pobres de Yahvé: María, la Madre de Jesús se consideraba a sí misma, pobre y servidora. Jesús apareció como un hombre humilde y pobre que no hizo ninguna ostentación de ser rico. Lo bueno que tenía, que era mucho, lo compartía con los más carenciados y desgraciados. Elogió a la viuda pobre por su generosidad al poner su ofrenda; al Samaritano por socorrer al hombre herido y poner sus bienes para el cuidado de su salud. Los pastores que encuentran a Jesús recién nacido. Así también, se ve al pobre en el sentido evangélico, como una persona sensible y solidaria. No duda en compartir lo poco que tiene, para aliviar al prójimo necesitado. Contrasta con el rico que se cierra en su casa, baja las persianas y contempla sus riquezas sin esperar otra cosa. El sufrimiento ajeno no existe para él. Por eso no comparte nada de lo que tiene. Es tan pobre, humanamente, que no tiene más que dinero. Está muerto en vida por que ya no espera nada más. Sabe que morirá pronto… Y que las riquezas acumuladas las tendrá que dejar.
Hemos de pedir a Dios que nos dé la sabiduría, saber cuál es el
sentido de la vida, el verdadero tesoro en el que poner nuestro
corazón Jorge cmf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario