Menú Principal

viernes, 9 de mayo de 2025

IHU.Adital.- De El País de Madrid 09-05-2025. Reportero Íñigo Domínguez.

 LEO XIV, Robert Francis Prevost, de 69 años, se convirtió el jueves en el primer papa estadounidense. Es un agustino conciliador, tímido y humilde a quien la Iglesia está poniendo al frente de la polarización y la deriva política populista de Donald Trump en los Estados Unidos y en todo el mundo. Sus primeras palabras fueron una súplica por la paz, frente a una multitud que no sabía muy bien a quién se enfrentaba, porque era un gran desconocido:   "La paz sea con todos vosotros".   Representa el triunfo de la continuidad del legado de Francisco.

El reportaje es de Íñigo Domínguez, publicado por El País, 09-05-2025.

Este hombre, que también tiene nacionalidad peruana, era el principal candidato sombra del sector más progresista, pero con más apoyo en muchas direcciones por su perfil pragmático y centrista. Ofreció a los conservadores garantías de un gobierno sólido y estabilidad doctrinal; es un Papa sereno con la misión de calmar a la Iglesia amargamente dividida que ha llegado a este cónclave.    Prevost pasó décadas vinculado al Perú como obispo, aunando así un perfil norte y otro sur, un camino intermedio después de Francisco, que era argentino, sin salir de América.    Su padre era de origen italiano y su madre de ascendencia española, y en su casa se consumía la cocina ibérica. En su discurso, pronunció unas palabras en español y recordó su diócesis peruana, Chiclayo.

Este perfil mixto de Prevost era la opción más segura y original a la hora de elegir a un occidental, dado el miedo que muchos cardenales sentían a atreverse a experimentos y al uso de nombres procedentes de Asia o África. Aunque fue el cónclave más internacional de la historia, con 71 países, el Sur global ya era mayoritario. La elección del nombre, en cambio, hace referencia a León XIII, Papa de 1878 a 1903, que abrió la Iglesia al diálogo con la modernidad y a las cuestiones sociales y laborales. En cuanto a la doctrina, ha sido un fiel colaborador y seguidor de las reformas y procesos de apertura de Francisco, aunque ha expresado su oposición al sacerdocio femenino, por ejemplo. Como el propio Bergoglio, en cambio.

Durante el sínodo, demostró sus habilidades de mediación en la delicada confrontación del Vaticano con la Iglesia alemana, la más progresista del mundo católico, que impulsaba reformas más ambiciosas. En la Iglesia estadounidense, también muy polarizada en la era Trump, es alguien capaz de reconciliar a los dos bandos.

En sus primeras palabras, León XIV demostró un estilo muy diferente al de su antecesor, sin improvisar, leyendo el discurso, y con un tono menos coloquial, más catequético, con una retórica más clásica. Para empezar, iba vestido con ropas tradicionales, como Benedicto XVI, no como Francisco, y son signos que gustarán a los más conservadores.   Pronto tendrá que tomar una decisión fundamental para interpretar qué camino tomará: volver a vivir en el Palacio Apostólico o no.     La imagen que presentó fue, sin duda, que había llegado un Papa más tradicional, que no busca la estridencia.

El nuevo Papa parecía muy emocionado, casi abrumado por el momento, con sus emociones reprimidas frente a la multitud. Sus primeros versos tenían claros ecos de Juan XXIII, en su famoso Discurso de la Luna: "Deseo que este saludo de paz entre en vuestros corazones, llegue a vuestras familias, a todos los pueblos, dondequiera que estén, a todos los pueblos de la tierra". Sobre todo, ha querido enviar un mensaje de esperanza a todos los pueblos del mundo, sin distinción: "Dios os ama, os ama a todos, el mal no prevalecerá".

Fue un discurso que procedía del Concilio Vaticano II, aunque tenía tres años cuando fue convocado en 1958; y que, en línea con Francisco, quiere una Iglesia más misionera y cercana a los pobres: "Una Iglesia sinodal que camine, que busque la paz, la caridad y que busque estar siempre cerca de los que sufren", una frase que podría haber sido escrita por el Papa argentino. "Ayúdennos, y luego a los demás, a construir puentes a través del diálogo y el encuentro", concluyó.

En realidad, los agustinos no son la orden más progresista del mundo, pero Prevost parece ser una figura poco ortodoxa, alguien capaz de encontrar el equilibrio adecuado entre conservadores y reformadores. Fue ordenado por el belga Jean Jadot, del ala progresista de la Curia Romana, y en Perú tuvo una buena relación con Gustavo Gutiérrez, padre de la teología de la liberación.

Un cónclave muy rápido para un joven Pontífice

 Manteniendo un perfil muy bajo últimamente, Prevost rechazó cortésmente todas las entrevistas, incluso con este periódico, y la prueba de que había mucho trabajo oculto para obtener apoyo para él es que fue elegido en un cónclave muy rápido. Cuatro turnos, como Benedicto XVI en 2005. Una reconstrucción de lo ocurrido saldrá más adelante, pero es probable que en los dos primeros recuentos quedara claro que el gran favorito, Pietro Parolin, no obtuvo más votos.

  Licenciado en Matemáticas y Filosofía, con sensibilidad cultural y social, es un gran aficionado al tenis, deporte que ha ido abandonando por sus responsabilidades, aunque se dice que su revés era notable. Prevost es un Papa relativamente joven, lo que sugiere, en principio, un mandato largo. Representa la caída de un viejo tabú: que el Papa no puede ser de un país que es potencia en ese momento. Fue la razón por la que hubo papas italianos durante siglos. Sin embargo, León XIV es el menos americano de los cardenales americanos, y esto pesó a su favor.

  Nacido en Chicago de padres de ascendencia española e italiana, fue enviado a Perú en 1985 a la edad de 30 años, donde pasó gran parte de su vida pastoral, llegando a servir como segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. En 2015, Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, una ciudad peruana que el nuevo papa mencionó en su primer discurso. Es una diócesis pobre, llena de problemas sociales y que ha vivido, desde el principio, la tragedia de la inmigración a Estados Unidos. En este sentido, es el puente entre el norte rico y el sur pobre.

  En la diócesis de Chiclayo, han surgido acusaciones de supuesta inacción en casos de abuso en su contra, pero el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha estudiado cuidadosamente las acusaciones y las ha rechazado. En los últimos días, estas acusaciones han resurgido en algunos medios de comunicación, incluso en forma de dossier, cuando surgió como candidato, pero no obstaculizaron su elección. El asunto era conocido y el Vaticano lo considera una campaña de desprestigio, aunque seguramente el tema volverá a surgir en las próximas horas.

  Además, Prevost ha estado colaborando activamente para ayudar a las víctimas del escándalo que involucra al Sodalicio de Vida Cristiana, un poderoso grupo ultracatólico peruano que fue disuelto por el papa Francisco este año. Prevost ayudó a los periodistas que descubrieron el caso a reunirse con Francisco para darle información de primera mano.

El nuevo Papa fue nombrado cardenal en 2023. Francisco ya lo había señalado, en uno de esos gestos que revelan cierta predilección, cuando lo llevó a Roma como prefecto del poderoso Dicasterio para los Obispos. Es un cargo clave para el que son nombrados los jefes de las diócesis de todo el mundo y donde se han renovado cientos de cargos con prelados fieles a la estirpe de Francisco, pastores "que huelen a ovejas". Habiendo nombrado a todos los nuevos obispos en los últimos dos años y medio, se ha dado a conocer en muchos países, una ventaja decisiva en el cónclaveBergoglio lo había conocido años antes a través del cardenal jesuita peruano Ricardo Barreto, y también lo conoció durante su viaje a Perú en 2018.

Prevost también fue elegido prior general de su orden, los Agustinos, en 2001, cargo que ocupó hasta 2013. En todas estas responsabilidades, demostró una excelente capacidad de gobierno, que también le hizo muy conocido en la Curia y en ella. Esto era algo que muchos votantes consideraban necesario para el nuevo Papa, ya que no querían a alguien que llegaba al Vaticano como un forastero y desconocía sus peculiaridades. Nadie quería un nuevo enfrentamiento entre la Curia y el Papa, como en los últimos años. Ahora, tanto los partidarios de Francisco como sus detractores confían en haber encontrado a alguien que pueda dejar atrás los conflictos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario