PRONUNCIAMIENTO
DE LOS MISIONEROS CLARETIANOS EN CENTROAMERICA
“Hombre,
ya te he explicado lo que está bien, lo que el Señor desea de ti:
que defiendas el derecho y ames la justicia y que seas humilde con tu
Dios” (Mq 6,8)
La
Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María
(Misioneros Claretianos), frente a las amenazas de muerte de las que
es objeto el P. César Espinoza, CMF., y dirigentes de las
comunidades del sector La Florida en el Departamento de Atlántida,
que se oponen a la implementación de un proyecto de explotación y
extracción minero en la región, manifestamos lo siguiente ante la
opinión pública nacional e internacional:
PRIMERO:
Denunciamos que el día 28 de enero del año 2013, el P. César
Espinoza,CMF y
las hermanas religiosas Mensajeras de la Inmaculada,
recibieron amenazas de muerte por “supuestos trabajadores mineros”
a través de mensajes de textos enviados al teléfono celular del
sacerdote en mención. En esta última semana, el P. César, ha
estado recibiendo advertencias de no ingresar a la región del sector
Florida por parte de su feligresía ya que hombres armados han
manifestado que atentaran contra su vida. Estos ataques y amenazas
han repercutido en su labor pastoral y evangelizadora en la zona.
SEGUNDO:
Tales amenazas hacen relación a su tarea de acompañamiento a las
comunidades que se oponen a la explotación minera en su región.
Comunidades que están viviendo el acoso, amenazas y situaciones de
riesgo, desde hace más de 10 años por su determinación firme en
contra de la explotación minera a cielo abierto. De igual manera,
han sido comunidades en donde se le ha robado la capacidad de
decisión, puesto que no han sido consultadas con respecto a estos
proyectos de explotación y extracción minera en la zona. Por tanto,
las instituciones del estado, junto a las autoridades locales y
empresariales han obviado la opinión de las comunidades, manejándose
en la esfera del secretismo y a conveniencia de los empresarios.
TERCERO:
Esto queda evidenciado a través de amenazas, persecuciones,
intimidaciones con armas de fuego, cierre de escuela debido a la
inseguridad en la región, acusaciones y señalamientos por parte de
la policía y el empresario minero, al Padre César, al equipo
misionero, y a los dirigentes de las comunidades. Estas situaciones
de violación de los derechos humanos, pueden ser sustentadas a
través del testimonio de cada uno de los afectados y a través de
las denuncias formales que se han interpuesto en las respectivas
instancias de justicia del municipio y del departamento de Atlántida.
CUARTO:
Repudiamos
el clima de desasosiego que impera en las comunidades propiciado por
elementos armados a sueldo que atemorizan y hostigan a quienes se
oponen al nefasto proyecto, así como la participación de la Policía
Nacional en la represión y persecución emprendida contra los
dirigentes de las comunidades campesinas que se organizan para
rechazar este proyecto minero.
QUINTO:
Ratificamos
que la relación del P. César Espinoza con las comunidades del
sector Florida se enmarcan en el Evangelio de Jesús, la Doctrina
Social de la Iglesia, el Magisterio de la Iglesia Latinoamericano y
las directrices de nuestra Congregación Religiosa. La actuación del
P. César, se enmarca dentro del compromiso cristiano y como pastor
de las comunidades que se le ha encomendado, frente a situaciones que
requieren el acompañamiento cristiano y humanitario de misioneros
como él, ante evidentes violaciones contra los derechos humanos de
las personas y de las comunidades. Afirmamos que su praxis pastoral
se enmarca en la praxis pastoral de Jesús que anunció el Reino de
Dios: reino de vida, fraternidad e igualdad para todos. Y en las
palabras de Jesús que nos dice: “Yo
he venido al mundo para que tengan vida en abundancia” (Jn
10,10). Por lo tanto, como Congregación Religiosa establecida por
más de 40 años en Honduras, y de manera particular, en el
Departamento de Atlántida, nos solidarizamos, apoyamos y respaldamos
el trabajo misionero que realiza el Padre César Espinoza,CMF., en
esa región.
SEXTO:
Advertimos
que las amenazas contra el P. César no se refieren a él sólo. Los
Misioneros Claretianos de Centroamérica denunciamos que, las
comunidades del sector Florida están siendo amedrentadas y
atemorizadas por hombres fuertemente armados contratados por el
empresario minero. Rechazamos todo tipo de amenazas contra los
líderes comunitarios.
SÉPTIMO:
Responsabilizamos
al empresario Lenir Pérez, a las fuerzas de seguridad del Estado y a
las autoridades locales, de cualquier atentado contra la vida e
integridad física del P. César Espinoza y de los miembros de las
comunidades que en su legítimo derecho se oponen a la actividad
minera en su región. Deploramos
la soberbia de este empresario que afirma que expulsará del país al
P. César Espinoza por el hecho de ser extranjero y sentir que su
trabajo pastoral atenta contra sus intereses económicos.
OCTAVO:
Exigimos
a las autoridades nacionales la realización de una investigación
diligente y efectiva sobre los hechos denunciados y hacemos un
llamado urgente a los organismos nacionales e internacionales de
derechos humanos para que le den seguimiento a este caso, de manera
que sus delitos no queden impunes y sean sancionados ejemplarmente
conforme a la ley.
NOVENO:
Demandamos al Gobierno Nacional promueva la apertura de las
instancias de diálogo, y que exija a las autoridades municipales
mayor transparencia en sus actuaciones públicas, anteponiendo los
intereses del pueblo por encima de los intereses corporativos de las
organizaciones, sectores y comunidades que se oponen a la minería.
DÉCIMO:
Exhortamos
a las autoridades civiles a cumplir con su deber de someter a
consulta e informar a la ciudadanía de los proyectos que puedan
impactar a las comunidades y cuyas consecuencias podrían originar
daños irreparables al medio ambiente.
DÉCIMO
PRIMERO: Hacemos
nuestras y constatamos las palabras expuestas durante la V
Conferencia del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Aparecida,
Brasil (30 de mayo de 2007): “En las decisiones sobre riqueza de la
biodiversidad y de la naturaleza, las poblaciones tradicionales han
sido prácticamente excluidas”. En tal sentido expresamos nuestra
preocupación ante la radicalización y exacerbación del conflicto
minero, que tiende a criminalizar la protesta como mecanismo
coercitivo para silenciar la voluntad de la población que se opone a
la apertura de yacimientos mineros, en los territorios que han
ocupado tradicionalmente.
DÉCIMO
SEGUNDO:
Consideramos importante implementar cuanto ante mecanismos de
consulta entre las partes involucradas, en donde corresponderá al
Estado mediar a través de sus instituciones y garantizar la paz
social y la justicia.
Dado
en el Municipio de Tela, departamento de Atlántida, a los 10 días
del mes de junio del año dos mil trece.
PROVINCIA
DE MISIONEROS CLARETIANOS DE CENTROAMERICA
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