El esplendor de la
confianza
Si no ves ningún fulgor en tu
horizonte,
evoca las pacientes luces que
anidan
luminiscentes en tu
corazón.
Si la aflicción te lastima hasta
el dolor,
déjate sanar por la ternura
que está aguardándote en el
umbral.
Si el agua turbia del arroyo se
asemeja
a un mar tormentoso y
embravecido
crúzalo a pie, despaciosa,
resuelta.
Si la tribulación anega tu
mirada
con amargas lágrimas,
desfallecidas,
llégate a quien te espera para el
ardor y su abrazo.
Si rescatas del olvido el
entusiasmo que está aguardándote,
la confusión y las brumas te
abandonarán
para que el día te arrope con el
esplendor de la confianza.
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