
Entrañables hermanas y
hermanos de la comunidad de
San Felipe y Santiago: ¡Buenos días! Dos palabras
en este tres de mayo: la primera ¡Felicidades" por la fiesta de
los patronos. Ya les he dado gracias en la Eucaristía por su visible
protección y les he pedido su ayuda para seguir creciendo. En segundo lugar, perdón,
porque no cumplí con el compromiso. Estaba preparado a las seis menos
cuarto, pero al abrir el ordenador, me encontré con que me había
desaparecido la invitación, y se hizo imposible la participación. Celebro y os
felicito que la reunión fuera todo un éxito. Era de esperar. Un abrazo y besos
cordiales para todos y todas, llenos de afecto y gratitud Atilano
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