Escribimos esta nota con cierto dolor, nos cuesta entender el silencio del Obispo de Roma Jorge Bergoglio, FRANCISCO. Ha partido a la Casa del Padre, un verdadero TESTIMONIO del EVANGELIO, que hace más de cincuenta años decidió plantarse en medio de la selva, por VERDADERO AMOR A LA AMAZONIA, nada de exhortaciones ni textos aburridos para que los cumplan otros, NO, ENTREGAR SU VIDA, exponiéndola a los expropiadores de las tierras de las tribus originarias, exponiéndose a las cómodas autoridades vaticanas que pontifican desde palacio, exponiéndose ante sus colegas perplejos por llevar acabo en carne propia lo que dictan desde Puebla, Medellín y otros tantos sejudos encuentros.
Si, con dolor, reiteramos acudimos a los últimos pasos en la tierra de Dm. Pedro, sin escuchar tampoco una palabra de nuestras "autoridades eclesiásticas" tan afectas a los micrófonos y luces de TV. De la comunidad claretiana en Uruguay tampoco escuchamos nada oficial. Esperamos saber algo de la Comunidad SUR en algún momento. Es hora.
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