ARTESANOS DE FRATERNIDAD y SORORIDAD
Preparamos el corazón para celebrar.
- Aquí en el sur estamos dejando “el invierno” y empezamos a sentir “la primavera”. No ha sido fácil atravesar el invierno, todo nos convoca a cuidarnos, a encerrarnos, a protegernos. En cambio la primavera nos invita a salir, ir al encuentro, nos llama a la expansión. Así es nuestra vida, nuestro corazón, conviven “inviernos” y “primaveras” en nosotros, siempre.
- Nos pasa muchas veces, que nos vivimos quejando por “los fríos” en los inviernos y también nos vivimos quejando de algunos “calores” o de que hay mucho “viento” en las primaveras. Sin embargo nosotros sabemos, que para que la vida crezca y se multiplique necesita de “los fríos”, de “los calores”, de “los vientos” y mucho más. El secreto es vivir con plenitud “los inviernos” y “las primaveras”.
- Estas imágenes, estas experiencias concretas nos pueden ayudar a nombrar cómo vivimos nuestras relaciones familiares, comunitarias, como pueblo y también a nivel personal. Vivimos tiempos difíciles, pero si lo pensamos con detenimiento: ¿Cuándo no fueron difíciles?. En medio de todo lo que nos pasa y hacemos que pase, Jesús nos convoca a ser artesanos de fraternidad y sororidad. Jesús está convencido de esta Buena Noticia: “Nuestro Dios es un Padre-Madre que siempre nos está buscando y viene a nuestro encuentro para abrazarnos, para que entremos en esa dinámica de abrazar y dejarnos abrazar”.
Entonces… tenemos “la Palabra”, “la vela”, “algo para compartir” en nuestra “MESA” y algún símbolo que sea significativo para nosotros.
Entramos en sintonía de celebración.
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