viernes, 17 de febrero de 2023

RECIBIDO DE Silvia y Eduardo CARAM. EL COSTURERO DE MI MAMÁ.-

 

El costurero de mi mamá:  hacer nuevas las cosas desde lo que se tiene,
perdonar

La parábola del Hijo Pródigo hace notar la importancia de la actitud del Hijo que se anima a volver. La confianza, el amor que tiene a su Padre es más grande que la culpa que siente y por eso puede hacerlo. El perdón tiene relación con facilitar regresos.
La actitud de perdón se relaciona con reconstruir nuestra propia vida. El hecho de reconstruir la vida a partir de lo que se tiene es una capacidad que está relacionada con el acontecimiento del perdón y de la reconciliación.
Yo siempre cuento del costurero de mi mamá.
Ella tenía una caja donde metía montones de cosas: botones que sobraban, pedacitos de hilo, trapitos. Era un costurero viejo de madera, donde todo estaba mezclado. Yo lo miraba y me decía: «¿Para qué meterá tanta cosa ahí?».
Pero después, cuando se me rompía una camisa u otra cosa, ella encontraba en él el pedazo de trapo, o el hilito o el botón que iban a servir justo para remendar o arreglar lo roto. Yo creo que eso fue más importante que si mi mamá hubiera tenido plata para comprarme una camisa nueva. Si la hubiese tenido, yo no me hubiera podido dar cuenta de lo que era esa posibilidad de hacer nuevas las cosas, y que ella lo hacía con cosas viejas.
Jesús empezó a hacer la Iglesia con gente así... la hace con ese pueblo palestino que tenía y al que había llegado: pensemos en los apóstoles, en las primeras comunidades.
José, el del Éxodo, perdona. En Génesis del 42 al 45 se puede ver cómo él perdona. En el capítulo 37 comienza el episodio en que recibe a sus hermanos y una cosa importante que le pasa es que él se da cuenta de que los sigue queriendo.
Uno a veces recibe heridas muy grandes. Pero es importante darse cuenta de que se sigue queriendo. Como dice la milonga:
La quiero porque la quiero y por eso la perdono,
porque no hay como un encono para vivir amargao...
Ella me dejó; pero yo la sigo queriendo y por eso la perdono. Porque si no me quedo amargado por dentro también.
José se da cuenta de que sigue queriendo a sus hermanos. Llora... y eso le permite también reconstruirse a sí mismo, recuperar su historia.
David perdona a Saúl. A mí me ayudó muchísimo y muchas veces este pasaje, de cuando David perdona al Rey, en el momento en que él lo está persiguiendo. David está escondido en una cueva, y Saúl entra en ella a hacer caca.
David lo ve de atrás: está haciendo caca. Y va despacito y le corta un pedazo del manto. Después se aleja y desde allí le habla. El darnos cuenta de la pobreza de cada uno, ayuda a comprender y ayuda a perdonar.
La contemplación, la actitud contemplativa tienen un poder reconciliador.
Permitirnos sentir el corazón o sentir la vida, dejarla correr, dejar que se exprese, eso es reconciliador. Muchas veces simplemente el escuchar ayuda a que una persona se reconcilie 
En pastoral hay una actitud que es la del reflejo. Consiste en permitir que alguien pueda hablar de tal manera que al hacerlo se reconozca a sí mismo. A veces nos pasa que alguien nos escucha y por ahí no nos dice nada. Pero nos escucha de tal modo que nos permite expresarnos y al expresarnos nos damos mejor cuenta de qué nos pasa.
La actitud contemplativa es dejar que la vida se exprese y que ella misma se dé cuenta de lo que le va pasando. El solo hecho de quedarse respirando tranquilo hace que el corazón pueda hablar, se reconozca mejor a sí mismo.
La actitud contemplativa va produciendo un perdón, una reconciliación.
El perdón es regalo de Dios. El perdón es fluir de la vida y el perdón es un trabajo, así como la oración también es un trabajo. Es importante distinguir entre perdones del momento y perdones más grandes.
A veces uno quisiera solucionar todo de golpe. A veces hay perdones en los que hay que tenerle paciencia al corazón. El corazón no es un aparato en el cual se pued…

Comentarios:   

Volver una y otra vez a leer o escuchar a Orlando es llenar la vida de su sabiduría, con qué claridad nos habla del perdón, del perdón del momento y de otros más grandes, y es regalo de Jesús y hay que tenerle paciencia al corazón...es cierto, puede llevar años. Y quisiera decir tb que solamente cuando descubrí la oración contemplativa, del respirar en silencio fue cuando estas cosas y otras empezaron a suceder en mi vida. Gracias matrimonio Caram por estar.

1 comentario:

  1. Volver una y otra vez a leer o escuchar a Orlando es llenar la vida de su sabiduría, con qué claridad nos habla del perdón, del perdón del momento y de otros más grandes, y es regalo de Jesús y hay que tenerle paciencia al corazón...es cierto, puede llevar años. Y quisiera decir tb que solamente cuando descubrí la oración contemplativa, del respirar en silencio fue cuando estas cosas y otras empezaron a suceder en mi vida. Gracias matrimonio Caram por estar.

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