Meditación en clima de oración.
Padre, Abbá-Papito, hoy recordamos con esperanza y gratitud la Pascua
de tu hijo Atilano a un año de su partida. Queremos darte gracias por
todo lo hermoso con que lo favoreciste para que se asemejara un poco más
a tu Hijo, Jesús. Pablo, tu Apóstol, nos dejó dicho que Tú "nos
predestinaste a ser tus hijos adoptivos por medio de tu Hijo". (Ef.
1,5)
Muchos
hermanos nuestros, a lo largo de la historia, han sido para nosotros un
verdadero ejemplo de lo que es seguirte con generosidad y sin reservas:
Francisco de Asís, Teresa de Avila, Catalina de Siena y, más cerca
nuestro en el tiempo, Carlos de Foucald, Juan XXIII, Teresa de Calcuta y
Maximiliano Kolbe. Pero, además de ellos, muchos más, cuya vida oculta y
sin ruido ha pasado casi desapercibida, se han asemejado a Jesús, pobre
y humilde, "preocupado por tus cosas".
Como la de ellos, así fue la vida de Atilano para nosotros; le
recordamos siempre dedicado a anunciar tu mensaje de amor, con la
palabra y con sus escritos; convocando e invitando a las pequeñas
comunidades a reunirse en tu nombre; atendiendo a las personas enfermas o
atribuladas; entregándose a los demás con un permanente desapego de sí
mismo. Su caminar, tanto en las orillas del Plata como en la península
ibérica, ha dejado sus huellas que difícilmente se borrarán.
Padre, en este aniversario de su Pascua, encontramos muchos motivos
para estar eternamente agradecidos por tu amor para con nosotros; en él
tenemos un impulso que acrecienta nuestra fe, alegría y esperanza; un
llamado a no quedarnos encerrados con tu mensaje sin anunciarlo a los
hermanos; en suma, una motivación para seguir los pasos que él y muchos
otros nos han dejado como auténticos seguidores de Jesús de Nazareth.
Concédenos la gracia de que un día, quienes hemos formado, y formamos
hoy la comunidad de San Felipe y Santiago por él iniciada, nos
encontremos en una comunión-comunidad perfecta contigo y con todos los
que, como él, fueron fieles a tus designios de amor y salvación. Por
Cristo nuestro Señor. Amén Jorge
No hay comentarios:
Publicar un comentario