Preparamos el corazón para celebrar.
- Estamos celebrando el 2º domingo de Cuaresma. El miércoles de cenizas recordamos que “somos barro y aliento de Dios para amar y dejarnos amar”. “El barro-cenizas” que nos colocamos en la frente nos recuerda que “somos tierra que anda en libertad”.
- El domingo pasado lo acompañamos a Jesús en el desierto. Ese tiempo de profunda escucha, porque había vivido una experiencia muy profunda el día de su bautismo en el río Jordan. Había escuchado en lo profundo de su corazón que Dios le decía: “Tu eres mi hijo, el amado, el elegido”. En esas tres palabras esta el sentido de la vida de Jesús, su vocación más profunda. Por vivirlas durante toda su vida tuvo que a travesar muchas tentaciones.
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