"No nos queda más que un ejercicio de humildad, de aceptar lo que no sabemos para seguir aprendiendo y, en el mejor de los casos, ayudar a multiplicar las prácticas autónomas en otros espacios. Puede ser una buena manera de levantar la mirada para salir del atolladero en el que estamos", escribe Raúl Zibechi, periodista y analista político uruguayo, en un artículo publicado por Desinformémonos, 10-03-2025. La traducción es de Cepat.
Aquí está el artículo.
Hay momentos en la vida, individual y colectiva, en los que todo parece estar nublado, en los que las certezas y los horizontes luminosos desaparecen. Lo que se desvanece en esos tiempos es la idea misma de horizonte, la posibilidad de superar el naufragio.
A veces, la desesperación y la depresión vencen, buena prueba de ello es el impresionante aumento de los suicidios entre los jóvenes y el consumo de productos químicos, desde antidepresivos hasta drogas duras.¿Cómo superar estos momentos adversos, sin dejar de ser quienes somos, sin rendirnos, sin vendernos, ni cojear?
Creo que sólo la experiencia viva de los pueblos puede mostrarnos un camino. Pueblos que supieron sobrevivir a cinco siglos de exterminio colonialista, tiempo en el que no solo garantizaron la supervivencia, sino que también pudieron pasar a la ofensiva, como lo demuestran tantos ejemplos, desde las revueltas de Tupac Amaru y Tupac Katari en lo que hoy son Perú y Bolivia, hasta la revolución haitiana, las movilizaciones comunitarias lideradas por Manuel Quintín Lame, en el sur de Colombia, la resistencia mapuche y la rebelión de Jacinto Canek, en Yucatán.
Puedo ver, en primer lugar, una especie de recogimiento, no en el sentido occidental de repliegue u ofensa, sino en el de volver a la comunidad para encontrarse a sí mismos, para buscar más fuerza dentro de cada pueblo. Hoy, con la propuesta y construcción del Común, el zapatismo nos enseña un camino similar que no es visible desde afuera, que no implica exigirle algo al mal gobierno, y que además no propone la movilización para "mostrarse" a la sociedad, como suelen hacer los movimientos sociales tradicionales.
Según explicó el Subcomandante Moisés, el Común se inspira en la larga historia de los pueblos, en los legados de abuelas y abuelos que les enseñaron que solo en la "aglutinación" podían escapar de las chacras y además construir una vida, para que, sin tener propiedades, los poderosos no supieran por dónde atacar.
Hace unos días, el 7 y 8 de marzo, el pueblo Guaraní Kaiowá, en Dourados, Mato Grosso do Sul, Brasil, realizó la ceremonia del "bautismo del maíz blanco". La comunidad baila de manera circular en Casa de Reza, de 5 am a 5 pm. Felipe J. y Silvia Adoue me trajo la información y las imágenes de esta jornada laboral de 12 horas, interrumpida solo por comidas y servicios.
Simbólicamente, girando y girando sobre un mismo eje durante horas y horas, haciendo sonar sus maracas y palos de lluvia, es la forma de asegurar que este año continuarán con la cosecha de maíz blanco, por lo que la vida será segura y "el mundo no se acabará". Nos enfrentamos a prácticas que los pueblos indígenas llevan a cabo con mucha frecuencia para la reproducción de la vida, el agua, la alimentación y el cuerpo humano y no humano.
Encuentro similitudes entre lo que hacen los zapatistas, los kaiowá guaraníes y muchos otros pueblos de nuestro continente. Volverse hacia adentro cuando el exterior es tan tremendamente agresivo y violento no es una práctica de repliegue, mucho menos pasiva, es un movimiento totalmente diferente a lo que conocemos en las ciudades y en el mundo occidental.
Francisco López Bárcenas lo resume en su libro Autonomías y derechos indígenas en México.
"Una forma de movilización que se ve pocas veces porque es muy específica de los pueblos es la que realizan dentro de sí mismos". A menudo, no los revelan, dependiendo de la situación por la que estén pasando. Recurren a sus guías espirituales y buscan restablecer la armonía entre la gente de este tiempo y los del pasado, así como entre la sociedad y sus dioses. Van a lugares sagrados, hacen ofrendas, piden perdón por alejarse de sus obligaciones con la naturaleza y por permitir que sea atacada desde el exterior.
"Luego desempolvan sus propias formas de lucha y las ponen en movimiento para organizar la resistencia, a su manera. Como mucha gente no las ve o, cuando las ve, no las entiende, piensa que los pueblos no se movilizan, cuando en realidad son las movilizaciones más significativas para los pueblos, porque a partir de ellos construyen su autonomía".
Creo que es una reflexión profunda sobre las muchas formas de construir la autonomía. No es posible entender las lógicas de los pueblos con una visión corta, superficial, capitalista, digamos. Quien escribe esto no entiende casi nada de los pueblos indígenas, a pesar de estar en contacto irregular con ellos durante décadas. Por eso, no nos queda más que un ejercicio de humildad, de aceptar lo que no sabemos para seguir aprendiendo y, en el mejor de los casos, ayudar a multiplicar las prácticas autónomas en otros espacios. Puede ser una buena manera de levantar la vista del atolladero en el que nos encontramos.
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