A D V I E N T O
A pesar de que el "Señor está con nosotros", viene a despertarnos y ofrecernos "una nueva vida", un cambio profundo, como el ciego que empieza a ver, el paralítico que empieza a caminar, o el sordo que empieza a oír. Ello requiere darnos cuenta de que lo necesitamos (pocos somos los que reconocemos la miseria interior que padecemos) El Señor puede cambiarnos, darnos "un corazón nuevo y un espíritu nuevo" un trasplante; "cambiar nuestro corazón de piedra por un corazón de carne" (Ez. 36,26-27)
Adviento es una nueva oportunidad, hora de gracia que Jesús nos ofrece. El pide que le abramos la puerta: " He aquí que estoy en la puerta y llamo. Si alguien me abre, entraré y cenaremos juntos" ( Ap. 3,20) Nos llama de diferentes maneras....San Agustín decía estremecido: "Tengo miedo de que pase el Señor, llame a mi puerta y no le abra"
Quiere despertarnos con su Palabra. La podemos escuchar todos; su eficacia depende de nuestra actitud.
Cuántos oiremos este domingo sus palabras y no pasarán de ser semillas que el viento se llevará. ...' ?
Se nos invita a vivir en actitud de adviento: escuchar las constantes llamadas del Señor para vivir cada día más atentos, trabajando con entusiasmo en la medida de nuestras posibilidades por el Reino. Y esperar confiadamente el día de la revelación, en que nos dirá: "Se acabó la tarea, ven a gozar del banquete" Atilano
De "El Don de la Palabra"- Ciclo A (2002) Texto abreviado con autorización del autor .-