Los nuevos retos
del periodismo y la comunicación, una entrevista de Raúl Zibechi a Ignacio
Ramonet
Posted By Brisa On enero 13,
2013 @ 12:59 In España,Geografía,Reportajes,Reportajes
Internacional,Uruguay | 1 Comment
Bogotá, Colombia. Caminamos las calles
de Bogotá donde asistió al décimo aniversario de la edición local de Le Monde
Diplomatique, invitado por Desdeabajo, colectivo militante editor de
libros y periódicos. Tuvo tiempo, y ánimo, para deslizarse del bullicioso centro
y dedicar unas horas a recorrer el sur pobre de la capital, Ciudad Bolívar,
donde diversas camadas de campesinos erigieron una ciudad otra, donde suceden
algunas de las más notables experiencias de base. No para de preguntar, y conoce
algunos detalles de la historia y la vida de los latinoamericanos que permiten
asegurar que el colonialismo no es una barrera infranqueable.
En algún momento, la conversación se volvió más
sistemática, un ping pong de respuestas y preguntas que no tuvo ni principio ni
fin.
- En “La explosión del periodismo” usted
analiza la crisis de la prensa y enfoca el nuevo poder que ha adquirido lo que
antes era el lector pasivo, la audiencia pasiva. Es lo que siempre habíamos
soñado los periodistas críticos, pero usted apunta que este papel activo es una
de las causas de la crisis de los medios actuales.
- La gran transformación que produjo Internet
en la circulación de la información es que donde antes dominaban lo que llamo
los “medios sol”, astros que enviaban sus rayos de sol sobre toda la sociedad
que se impregnaba de su supremacía, hoy la situación se ha modificado. No hay
emisores netos que tengan el monopolio de la información y receptores netos que
tienen que resignarse con la función de receptores, sino que la revolución que
vivimos es que cada receptor puede ser emisor. No como sucede en la radio desde
hace tiempo que el oyente llama e interviene. No, ahora el receptor no sólo
interviene de vez en cuando si que puede él mismo constituir un medio.
Puede hacer una página web solo o con amigos,
puede hacer su blog, por facebook o twitter. Pero además ahora los grandes
medios tienen una vitrina digital en la que se puede intervenir haciendo
comentarios que se añaden y complementan los artículos, l lector puede indicar
elementos que pueden corregir el artículo inicial, además de fotos o videos. Lo
que quiero decir es que la información ya no es algo limitado y fijo. La
concepción de la información viene de la prensa, que es el medio que ha influido
en la radio y en la televisión, y su génesis es el trabajo de la era
industrial.
- El fordismo, donde había una clara
división del trabajo.
- Exacto. En el fordismo hay un proyecto, unos
planos, y en base a eso se realiza un producto terminado, intocable. Eso ya no
funciona así ni siquiera en la industria donde luego de la revolución Toyota de
los 80 se fabrica el coche que quiere el cliente, sale un coche a la medida de
cada cliente y eso indica que la decisión ya no viene de la empresa sino de
abajo. Ahora sucede lo mismo. Se le pide al periodista un artículo con ciertas
características pero luego los lectores lo van a ir completando, reformando,
transformando, y por consiguiente es una obra en proceso. Esto es una revolución
muy importante.
- Como consecuencia de los cambios técnicos
y culturales ahora el lector, la audiencia, tienen un poder como nunca habían
tenido. Si a esto le sumamos la crisis económica estamos ante una crisis de los
viejos monopolios de la información. Newsweek deja su edición en papel, The
Guardian debate la posibilidad de dar ese paso, El País despide un tercio de su
personal. ¿Estamos ante una crisis coyuntural o ante un viraje de larga
duración?
- Lo que está pasando en el campo de la
comunicación sólo es comparable con la invención de la imprenta por Gutemberg en
1440, que no sólo transformó la producción de lo escrito, la difusión de libro,
sino también produjo el humanismo como escuela de pensamiento, el Renacimiento y
la explosión de las universidades y del saber con todo lo que eso significa. El
latín dejó de ser la lengua común y empezó a ser sustituida por las lenguas
vernáculas que empezaron a desarrollarse. Ahora sucede algo similar. Estamos
ante una revolución que desborda el campo de la comunicación para ser una
revolución societal, como lo estamos viviendo con Internet que ya involucra al
sector financiero, al comercio, las relaciones sociales y la difusión de la
cultura. Una revolución tecnológica lo transforma todo.
El periodismo recibe de lleno esta revolución.
La estructura de la industria de la información y la manera de hacer información
se ve transformada. Sobre todo hay que tener en cuenta que estamos en los
balbuceos iniciales, en el primer segundo de la historia de Internet. Algunas de
las realizaciones más espectaculares de las transformaciones tecnológicas, como
las tabletas, facebook, el Iphone, no existían hace sólo cinco años y no podemos
imaginar lo que sucederá en otros cinco.
- ¿Los monopolios?
- Los monopolios van a sufrir. Fueron la
respuesta de la industria empresarial de la información a los avances
tecnológicos de los años 60 y 70. Las tecnologías anteriores eran específicas
para lo sonoro, lo escrito o lo icónico, pereo en esos años se convirtieron en
una misma tecnología que es la tecnología digital. A partir de ese momento no
hay diferencia en cómo se construye nun texto, un sonido o una imagen y se
construyen de la misma manera con las mismas máquinas, los ordenadores. Internet
es la traducción de una forma nueva de expresarse. Los seres humanos desde el
comienzo de la humanidad han usado tres sistemas de signos para comunicarse: la
palabra, el dibujo y la escritura que es el más reciente. Con Internet aparece
un cuarto que es la mezcla de los tres más una dimensión suplementaria que es la
velocidad y la extensibilidad, lo que permite abarcar el planeta en un segundo.
Todo esto no puede dejar el paisaje de la comunicación como estaba hasta
ahora.
- Al parecer a quien más afecta es a la
prensa, que se está extinguiendo según usted como los dinosaurios.
- Porque la prensa sigue siendo pesada. Además
de ser el medio más antiguo es el más marcado por la era industrial, con obreros
y maquinarias y toda la lógica de la producción industrial. Por eso los cambios
le están pegando tan fuerte.
- Estamos asistiendo a una ofensiva
represiva que busca controlar Internet y que se manifiesta entre otras en el
cierre de Megaupload. ¿Esta ofensiva por controlar puede triunfar o está
destinada al fracaso?¿Intentar el control puede volverse en contra de quienes lo
hagan?
-El problema es que esta transformación radical
no tiene sistema económico. El sistema anterior que hoy es arcaico, es un
sistema con muchos defectos pero es muy rentable. Todos los periodistas del
mundo que siguen con empleo pueden vivir porque trabajan en medios
tradicionales, pero los medios surgidos en la era Internet tienen enromes
problemas para sobrevivir si no están adosados a un medio tradicional o a un
multimedia importante. Como la cultura dominante en Internet es la gratuidad, el
problema es de qué van a vivir los creadores y los periodistas. ¿Vamos a vivir
un derrumbe de la creatividad? Esto es un problema real. Con el control y el
cierre de medios se busca frenar la piratería. Por un lado hay un movimiento de
la sociedad cuyo objetivo es que Internet siga siendo gratuito. El otro tema
surge con Wikileaks; es la misma problemática pero en otro terreno que es
impensable fuera de Internet. Estamos ante una situación similar a Watergate o
los cuadernos del Pentágono, situaciones en las que un informante pasa datos
reservados a los medios, Washington Post y The New Cork Times respectivamente.
En ese sentido no ha cambiado nada. Pero lo que sí cambia, es la cantidad de
información que se puede difundir ahora y la masividad de la misma.
Toda la sociedad se está digitalizando y todos
los archivos, desde la salud hasta los de las fuerzas armadas, están
digitalizados. Y mientras usted hace años tenía que cargar camiones con toda esa
información, hoy en día haciendo un click en un ordenador se marcharon miles y
miles de documentos desmaterializados que se pueden difundir en todo el planeta.
Wikileaks lo que ha hecho es difundir datos que perjudican a gentes con poder y
eso es lo que ha creado esta situación que ha convertido a Julián Assange en el
enemigo público numero uno de Estados Unidos.
- En América Latina tenemos un fuerte debate
sobre lo común, en el que se afirma que los bienes comunes no deben pertenecer a
ningún propietario privado. ¿Usted cree que Internet debe ser considerado un
bien común de la humanidad?
- Es un debate que afecta a la cultura, y lo
que decimos es que la cultura debe circular sin trabas porque consideramos que
esto beneficia al ser humano. En la medida en que Internet es hoy el mayor
difusor de la cultura creo que debe circular gratuitamente como un bien común.
Ahora aparece otro problema, y es qué hacer con los derechos de los creadores.
Hollywood piensa que es más difícil la producción creativa porque la piratería
le quita del 15 al 20 por ciento de sus ganancias. Los principales productores
musicales en el mundo han desaparecido, el disco casi no se vende y el CD quedó
desfasado en apenas 15 años, como sucede con todo lo material. Es evidente que
la música puede circular como un fluido y eso sucede también con todas las demás
producciones. Entonces hay un dilema. O bien el Estado asume este tema de la
misma forma que asume la producción y circulación de la electricidad, o el agua
que es tratada y transportada por el Estado, o bien habrá que encontrar una
fórmula mixta para que el precio sea asequible a los usuarios y a su vez se
garantice una remuneración al creador. El problema es que mezclar al Estado con
la cultura es algo muy delicado. Porque puede tener la tentación de favorecer a
unos y perjudicar a otros.
- Pero el debate existe y está muy presente
como sucede con la ley de medios en Argentina. ¿Cree que en América Latina
estamos en proceso de resolver este debate?
- En ningún otro lugar del mundo se está
debatiendo este tema como en América Latina, donde además se está haciendo con
mucha pasión. La información era un monopolio del sector privado que hacía lo
que quería y además como en el caso de la televisión abusando de un derecho que
no es del sector privado, porque el espectro radioeléctrico es propiedad del
Estado que lo subasta y puede exigirle al empresario que se comprometa a una
serie de objetivos, como los culturales, y cuando el operador no los respeta se
le puede retirar la licencia. Lo que sucedió en América Latina es que se manejó
durante mucho tiempo la información como un monopolio más del sector privado.
Por so hablamos de “latifundios mediáticos”. La cuestión es cómo reducir esa
dominación salvaguardando la pluralidad, porque la sociedad se enriquece cuando
existen varios puntos de vista.
Lo que está sucediendo es que en varios países
se ha creado un servicio público de la información como existe en todos los
países europeos y el mejor ejemplo es la BBC inglesa que tiene una estructura de
control separada del Estado como si fuera el poder judicial. Que el cuarto poder
se organice como un poder separado del gobierno, con sus propias estructuras de
control para que esté al servicio del público y no de un gobierno o del sector
privado. Creo que en América Latina el debate es tan duro porque estamos en los
primeros pasos, saliendo de casi un siglo de inmovilidad y cuando algo empieza a
moverse los afectados se colocan en una situación beligerante, sobre todo porque
también están siendo afectados por los cambios tecnológicos y la revolución de
Internet. Esa confluencia ha llevado a los dueños de medios a una reacción muy
intransigente.
- ¿Qué tipo de periodistas deberían surgir
en esta nueva realidad? ¿Cuál es ahora la función del periodista? Los
periodistas ya no somos los que iluminamos al lector o a una audiencia pasiva y
además están surgiendo una multiplicidad de medios independientes creados y
dirigidos por periodistas que en muchos países juegan un papel muy
importante.
- Es el momento de repensarnos. Hacer buen
periodismo siempre fue difícil y hoy lo sigue siendo. Tener acceso a tecnologías
que permiten hacer cosas impensables años atrás, el hecho de que desde mi casa
pueda hacer una televisión global, es muy importante. Pero esta revolución de
las tuberías no soluciona la cuestión del contenido. El problema por lo tanto es
el mismo de siempre. El principal cambio es esa interactividad de la que hemos
hablado. Se puede hacer un nuevo periodismo del tipo Wikileaks, colocar en la
web los informes y que la gente lo interprete o haga lo que quiera con esa
información. Se puede hacer periodismo cívico como el que hacen algunas
asociaciones en Estados Unidos, lo que se llama el periodismo sin ánimo de
lucro. Como la mayoría de las grandes empresas están en crisis ya no tienen
recursos para financiar investigaciones serias, por tanto el periodismo a escala
mundial está perdiendo calidad y cualquier ciudadano sabe que un periodismo de
calidad es indispensable para tener una democracia de calidad.
- Aquello de que un jefe de sección separaba
a dos o tres periodistas del trabajo cotidiano durante varias semanas para que
investiguen, ya no sucede.
- No hay recursos para hacerlo, menos aún para
enviar un equipo a otra parte del mundo a elaborar informes. Por eso el
periodismo de investigación está desapareciendo, que es en realidad el género
noble. Eso está vinculado al deterioro de la democracia actual. Porque la
democracia sólo puede funcionar si surgen las críticas y exigencias de la
sociedad que siempre han sido trasmitidas y reflejadas por el cuarto poder.
Cuando éste no cumple su función, la cosa pública empieza a decaer.
Por eso algunas fundaciones han creado el
periodismo sin fines de lucro. Una fundación de Estados Unidos se ha planteado
funcionar como un comité de redacción y le pide a los periodistas que le
propongan temas de investigación que en sus periódicos no pueden proponer porque
no se los van a admitir. Cuando llegan las propuestas la fundación selecciona y
financia las investigaciones que considera más adecuadas y luego las difunde a
través de los medios. Llevan sólo cuatro años y ya ganaron dos premios Pulitzer.
Quiero decir que la sociedad empieza a producir los elementos que compensan las
carencias del periodismo de mercado. Pero las leyes del viejo periodismo, el
contrastar la información, la rigurosidad, siguen siendo válidas.
- La proliferación de medios de base, de
medios comunitarios, como sucede en Argentina, ¿qué pueden aportar?
- He estado en encuentros de radios
comunitarias, de blogueros, de contrainformación, que tienen la gran riqueza de
que vienen del terreno, donde palpita la vida cotidiana. Son mucho más
interesantes cuando reflejan la vida que no ven otros, que cuando editorializan.
Esa riqueza extraordinaria puede pasar de lo local a una escala más amplia,
porque hay experiencias que aún siendo locales tienen interés para todos en
todas partes.
- ¿El buen periodista no editorializa o lo
hace a través de la voz de los otros?
- Creo que sólo debe editorializarse a partir
de hechos concretos, esa es la cualidad de un buen editorialista, el establecer
relaciones entre hechos que en principio no están relacionados. La primera
función del periodista es dar información. A partir de allí hay que construir
ciudadanía, difundir materiales que van a permitir a los ciudadanos como sujetos
ser más dignos.
- Pese a un cierto tono pesimista, en
algunos de sus últimos trabajos usted señala que el periodismo del futuro es
aquel que ayude a la gente a comprender lo que sucede. La mente piensa con
ideas, no con información….
- Hay varios estilos periodísticos. Creo que el
reportaje es insustituible y hay excelentes reporteros con la calidad de
escritura que ese estilo requiere, además está la investigación, el análisis
económico y geopolítico, pero en el fondo se trata de ayudar a entender una
realidad cambiante. Tejido y texto tienen la misma raíz epistemológica, un texto
es un tejido. Los periodistas tienen que tejer textos para proponer una visión
que permita a cada ciudadano situarse dentro de un contexto y saber cuál es su
función en el relato colectivo.
- Usted asegura que ese tipo de medios están
siendo exitosos.
- Es el caso del periódico alemán Die
Zeit, muy denso, con mucha letra, con textos difíciles, y sin embargo es el
gran éxito de la prensa europea de los últimos años. Ha seguido un poco el
camino de Le Monde Diplomatique, porque es necesario recordar que vivimos
en las sociedades más educadas de la historia, nunca hubo tantos estudiantes,
tantos universitarios, y sin embargo la información se ha degradado y
envilecido, con una enorme confusión entre información y distracción. Eso no
puede satisfacer a gentes inquietas que se han educado y tienen una exigencia
hacia ellas mismas que las lleva a buscar información de calidad.
- El diario mexicano La Jornada también ha
crecido por esos mismos motivos. La comprensión del caos actual motiva y
potencia a mucha gente.
- El hilo de Ariadna para salir del caos actual
lo vamos a encontrar entre todos y en ese camino el periodismo como el que
mencionamos va a jugar un papel relevante.
- Y es un contramodelo frente a aquellos
medios que colocan la información en los espacios libres que deja la
publicidad.
- Es muy triste comprobar que muchos medios
dependen de la publicidad, lo que falsea la información que se brinda. Un
periodismo de calidad debe contemplar la autonomía financiera y para eso hay que
asociar a los lectores al medio.
- Estamos ante un desafío generacional muy
fuerte. En el mundo de Internet aparecen creadores de 12 y 13 años que son
capaces de hacer programas innovadores. ¿Qué le sugiere la irrupción de estas
nuevas generaciones?
- Es una lección de humildad para los viejos
periodistas, esas generaciones son las que están transformando las tecnologías y
nos colocan ante el desafío de escribir pensando en una generación que no
conoció ciertas cosas por lo que debemos escribir pensando en ellos, aportando
referencias que los involucren. No podemos hacer un periodismo para entendidos
porque ahora todos pueden ser periodistas y eso nos coloca en un lugar nuevo.
Antes las observaciones sólo venían de arriba y ahora cualquier lector
interviene y te cuestiona.
Publicado originalmente en el periódico
argentino MU, de la cooperativa de comunicación La Vaca
Publicado en Desinformémonos con
autorización del autor y de La Vaca, el 14 de enero de 2013
Article printed from Desinformémonos: http://desinformemonos.org
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