lunes, 24 de junio de 2013

"EL PULPITO HA CADUCADO COMO ÁMBITO FORMADOR DE...

NUESTRO HERMANO GERARDO PIRIZ, se dirige a sus colegas....
Derecho a nacer,  conlleva,  el  Derecho a la vida....
El aborto es un asesinato, es matar a un indefenso. En estos días se ha polarizado el tema por la convocatoria a votar para habilitar un referéndum contra la ley 18.987 que despenalizó el aborto en caso que se cumplan ciertos requisitos.
Eso ha sucedido, pero el resultado de la convocatoria fue alrededor de un 9% lo que estuvo muy lejos del 25% necesario.

Ante esta convocatoria están los que creyeron que derogar esta ley era defender el derecho a nacer y los que creen que si el ser humano no ha nacido no es sujeto del derecho a vivir, si así lo determina la progenitora y en consecuencia defendían la vigencia de la norma.
No nos engañemos, con despenalización o penalización; abortos abortos van a seguir habiendo. Por esta razón he dicho, y lo repetiré hasta el cansancio; esta discusión acotada al aborto sí, aborto no, empobrece la discusión y olvida lo esencial, que no es sólo el derecho a nacer y luego quizás morir de hambre o vivir en la marginación por falta de oportunidades.
Todo ser humano, nacido o por nacer, tiene derecho a la vida, la cual implica también el derecho a nacer.
La defensa del derecho a la vida es irrenunciable y no pasa simplemente por una ley que despenalice el aborto, pues es deber ético de la sociedad toda defenderlo con uñas y dientes, y en este deber, la Iglesia ha de estar en primera fila, no sólo de palabra, sino enviando a sus ministros a acompañar a sus laicos que militan en diversas organizaciones que promueven justicia . Nadie es dueño de la vida del otro, sea madre, hermano, amigo o enemigo, tampoco la sociedad debe olvidar que su deber ineludible con el individuo es, no solo defender su nacimiento, sino también, procurar su desarrollo pleno.
¿Qué implica el derecho a la vida?
En su aspecto negativo es superación de toda desgracia, muerte provocada, hambre y miseria, enfermedad, ignorancia, exclusión de los bienes materiales y espirituales.
En su aspecto positivo es pleno desarrollo de los valores humanos e inclusión a toda posibilidad de los bienes materiales, culturales y espirituales.
Desde esta perspectiva, a mi juicio, para nosotros los cristianos no fue solamente dar la lucha para derogar esta ley, sino preguntarnos y AHORA QUE, pues abortos van a seguir habiendo; niños abandonados van a seguir habiendo, penuria para conseguir adoptar va a seguir existiendo, excluidos de toda clase de bienes van a proliferar, y la lista de exclusiones no termina aquí.
¿Para nosotros diáconos ,ejerzamos o no, el desafío aun es mayor.
Nadie ignora la importancia en la formación de conciencia de las organizaciones intermedias. ¿Qué estamos haciendo en ellas? ¿Por lo menos acompañamos a nuestros laicos en su lucha diaria o los admiramos desde fuera, desde la seguridad del templo?
Dios nos habla siempre. Muchas veces desde los acontecimientos, rara vez desde la estola, aunque con estola nosotros hablemos mucho.
Además desde el punto de vista teológico sabemos que la salvación abarca a todo el hombre y a todos los hombres. “Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos”. (Ga. 4,4- 5).
En su aspecto negativo, la salvación es liberación completa, superación de toda desgracia, redención del pecado y sus consecuencias; hambre y miseria, enfermedad, ignorancia, etc. En su aspecto positivo, la salvación es pleno desarrollo de todos los valores humanos, como dice S. P. revestimiento del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y verdadera santidad. (ef. 4, 23).
Es todo el hombre el que ha de ser salvado: en su alma y en su cuerpo, en su interioridad personal y en su relación comunitaria. El sujeto de la redención es la persona humana en su dimensión total. Abarca a todos los hombres y su historia, y a todos los pueblos . En fin, el desafío para el discípulo que ha optado sacramentalmente por configurarse en Cristo Servidor, es inmenso, porque si bien el Concilio enseña que ”el apostolado en el medio social, es decir, el afán por llenar de espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras de la comunidad en que uno vive, es hasta tal punto deber y carga de los laicos… (A. A. 13.) es imprescindible que se les acompañe, de tal manera que el diácono sea uno más entre ellos.
Estoy convencido que el día que la Iglesia descubra que, su presencia en medio de las organizaciones intermedias, es uno de los deberes evangelizadores trascendentes y que para ello sus ministros ineludiblemente deben acompañar, animar y embarrarse junto a los laicos que actúan en estas organizaciones, que, en definitiva, son las que forman conciencia política , social y, porque no, conciencia en los valores evangélicos. El púlpito ha caducado como ámbito formador de conciencia religiosa. En la realidad de la Iglesia hoy, es necesario ir y comprometerse para ser escuchado, anunciando y danto testimonio del Evangelio de Cristo, liberador del hombre.; “compartiendo los dolores y esperanzas ; esfuerzos y conquistas de nuestro pueblo, para construir desde allí una sociedad “nueva” que posibilite a todos , una vida digna y plena,(ob. Gral. Arq. 1986- 1989) que no solo se respete el derecho a nacer sino a desarrollarse como persona.
Como el diácono, por su realidad social, es un hombre vinculado a esas organizaciones intermedias, o debería serlo, a mi entender; allí, está el ejercicio vital de su ministerio. Ahí está el frasco que le va a dar el perfume peculiar al que nos invitaba usar el Papa Francisco, para después presentarlo en el altar en nombre y representación de los anhelos del pueblo y, ahí sí, adquiere sentido la estola pues, aun en el silencio, se transformará en símbolo de servicio en el hoy y aquí de la comunidad toda.
Sería interesante que en el envío, el Sr. Obispo tuviera en cuenta lo que el beato Juan Pablo II les decía a los Obispos brasileños : “ Los obispos de Brasil recuerden que deben liberar al pueblo de sus injusticias que se saben son graves” “Que asuman su papel de libertadores del pueblo en los caminos y métodos ciertos”. ( mayo 1985)
Es una humilde opinión que en el error o en el acierto traté de realizar mientras mi realidad física no me lo impidió. Ahora solo me resta ofrecer con alegría al Padre Bueno estas limitaciones por todos los que luchan por un mundo más humano. Sin abortos y sin excluidos.
Gerardo Píriz



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