Había
nacido el 25 de mayo de 1930 en Sabadel, España. Fue ordenado sacerdote en 1961, formandoparte de la Compañía de Jesús, luego de cursar estudios de historia y
de filosofía en Cataluña.
Su
primer destino en América latina fue Paraguay. Allí trabajó cerca del
campesinado, al que ayudó a formar las Ligas Agrarias para tratar de resolver
problemas vinculados con la tenencia de tierras. Se enfrentó al régimen
dictatorial del general Alfredo Stroessner.
Junto
con otros sacerdotes jesuitas, Piña llegó a Misiones, a fines de los 60, tras
haber sido expulsado por Stroessner.
Su
primer destino pastoral fue la parroquia de Itatí, en el homónimo barrio de la
capital provincial. Allí dio clases en colegios religiosos y en el seminario de
Posadas. En 1987, el Vaticano creó el Obispado de Puerto Iguazú y designó a Piña
al frente de esa diócesis. Desde que llegó a Iguazú, su labor pastoral estuvo
dedicada a atender las demandas de los sectores más desfavorecidos.
Con
el lema "Ayudar a servir" y el apoyo permanente de la monja Adela Helguera, Piña
creó la Pastoral Social y trató de asistir a los más necesitados, incluidas las
comunidades guaraníes castigadas por la indigencia extrema.
Sin
que su voz alcanzara la repercusión nacional de 2006, Piña también había
cuestionado el gobierno de Carlos Menem.
En
2006, su defensa de las instituciones cívicas trascendió los límites de Misiones
y se hizo conocido en todo el país. Para muestra, cabe señalar que la remera que
vistió el día de la elección contra Rovira, con una estampa de San Miguel, fue
sorteada en un programa de radio luego de los comicios.
Evitó
los excesos al celebrar el triunfo en las urnas, pero no dejó de sonreír al
recordar que un diario de Cataluña había titulado "Una Piña para Kirchner", la
noticia electoral de Misiones.
Luego
de la experiencia electoral, Piña siguió su vida pastoral. En 2007
publicó Amé la Justicia y odié la mentira, y, en 2010, se editó La
verdad los hará libres . Estaba retirado en la comunidad jesuítica de
Posadas.
La
historia argentina lo recordará junto a muchos de los religiosos que trabajaron
en favor de las instituciones de la República, como los 20 sacerdotes del
Congreso de Tucumán de 1816, fray Mamerto Esquiú en su lucha por la Constitución
nacional o, más recientemente, Jaime de Nevares, obispo de Neuquén y
convencional nacional constituyente en 1994.
Su
cuerpo fue trasladado anoche de Buenos Aires a Puerto Iguazú, donde será
sepultado esta tarde, a las 18.30, en la catedral de esa ciudad misionera, luego
de la ceremonia de despedida..
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