Queridos amigos, hace días que deseo escribirles para saludarlos
por estas fiestas, en las que, habiéndonos dado un tiempo para prepararnos
(adviento), tenemos que darnos el tiempo para celebrarla. Porque la buena
noticia recibida, motivo de alegría para todo el pueblo, lo vivimos como un solo
día en esta octava de Navidad. Les deseo a cada uno las bendición de Dios, con
que inauguramos el año, para que ella descienda sobre ustedes y sus familias
"que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar Su rostro
sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra Su rostro y te conceda
la paz".
Una vez más les quiero dar las gracias por los años y momentos compartidos,
porque cada uno de ustedes, y tantos otros a los que les pido se lo comuniquen,
fueron, su manera, lo más parecido a esta bendición de Dios para mi
vida.¡Gracias! "El buen Dios quiera volver a reencontrarnos por esta tierra
pequeñita... en la dulce espera de la Eterna"
Seguimos en contacto, por lo menos en forma virtual, que no por eso es
menos real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario