Dgo 16 Tpo. Ordinario LAS PEQUEÑAS SEMILLAS.-
Versión libre autorizada del
comentario de ATILANO ALAIZ.-
….”Basta contemplar
nuestro entorno, para sentir un estado de impotencia que desanima!! La tentación inmediata es pasarle el fardo al
estado, total lo poco que puedo hacer ante tanto problema!! Pero que nos dice Jesús?.- JESÚS
nos incita a sembrar pequeñas semillas que Él ha puesto en nuestra
mochila; con la vitalidad que llevan
dentro se convertirán en arbustos fecundos para el Reino
EL GRAN MILAGRO.-
¿Qué podemos hacer que merezca la pena y sea fecundo? Pues, muchísimo
¡!
Podemos hacer el milagro de ser nosotros
mismos, una semilla que se sepulta debajo de la tierra por la entrega y el servicio
a los demás; podemos hacer el milagro de ser “buenos” de verdad(no solo no- “malos”)
podemos hacer el milagro de amar….!! Un
vecino de mi pueblo en Galicia, le conocí mejor en mis años de seminario y cuya
causa de beatificación se encuentra muy
avanzada, no hizo grandes heroicidades,
cuidó su campo de patatas, construyó un pequeño albergue para los pobres, oró
mucho, fue un gran padre de familia, un buen esposo y mejor vecino, un “héroe de portal” ¡ Qué frutos han producido aquellas pequeñas
semillas como un grano de mostaza!!
JESÚS, comienza su obra , el pueblo de la Nueva Alianza, con un puñado
de pescadores. La primer comunidad de Jerusalén
por los mas humildes de la sociedad judía; lo mismo sucede luego con las
comunidades de Pablo, pero aquellos
diminutos granos de mostaza se convirtieron pronto en árboles copudos.
Los
gestos que nos pide Jesús no son heroicos, sino pequeños y constantes,
colaborar en organizaciones humanitarias, integrar una comunidad que forme un
entramado eclesial real, sincero, acogedor, desinteresado, contagioso, con
gestos de cordialidad para quién lo necesite, compañía con quién se sienta
sola/o, una palabra de estímulo, un llamado telefónico, una visita sin
protocolos,….todas semillas del Reino que a la larga dan muchos frutos ¿ Quién
de nosotros no puede sembrar muchas de estas pequeñas semillas??? Dejémonos de soñar con lo que tendría
que ser!! SEMBREMOS de verdad con las semillas que tenemos, no
soñemos con las de los otros, sembremos
las semillas del Evangelio en conversaciones con amigos, con familiares, con
personas con las que a diario convivimos, una palabra cordial, de aliento de
corrección, de sugerencia que pueda orientar o reorientar una vida. Cuando una siembra es constante, refleja un
talante, un estilo de vida que se convierte en testimonio, sembremos con esperanza, aunque tal vez nos
de la sensación de que estamos predicando en el desierto, cuando
menos pensamos, cuaja la semilla y florece. Mónica la madre de San Agustín el hijo rebelde tardó años en ver su cosecha.
Todos llevamos un saco, una bolsa de pequeñas semillas, inconscientes de
la espléndida cosecha que podemos dar. Por eso, como
PEDRO, con respecto a las redes, hemos de decir: “ EN TU NOMBRE, SEÑOR, ARROJAREMOS LAS
SEMILLAS” (Lc5,5)
(Versión libre autorizada, realizada por Eduardo Bernadá)
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