miércoles, 10 de junio de 2015

SUCEDIÓ 9dMarzo 1982....hagámoslo conocer !!



Padre Francisco Guarino Moscatelli SDB.

El 9 de marzo de 1982, víctina de una feroz golpiza en época de la Dictadura Militar fallecía el sacerdote salteño P. Francisco Guarino Moscatelli sdb, integrante de la Comunidad del Colegio Pío.
Hacía pocos días, visitando a su familia comentaba que sabía que lo estaban siguiendo. No tenía miedo y continuaba su esfuerzo diario por la educación de los niños y jóvenes confiados a sus cuidados de educador salesiano.
El expediente elaborado, vía policial, hablaba de su muerte como un hecho fortuito en un episodio vivido en una vieja casona de ciudad vieja, al caer al espacio desde un piso superior por el agujero de una claraboya del piso a la cual le faltarían vidrios, lo que le habría provocado heridas que ocasionaron su muerte. Retirado de allí por fuerzas policiales....................
alertadas por vecinos, y entregado en el Hospital Maciel donde falleció mientras se intentaba salvarle la vida. Citados los salesianos del Colegio Pío para que pasaran por la morgue a reconocer y retirar el cadáver, fueron informados del escandaloso episodio. Luego de la Misa en el Santuario de María Auxiliadora del Pío, fue trasladado por los familiares a Salto para ser sepultado en su tierra, sin que se permitiera abrir el cajón durante su velatorio, la Misa fúnebre en la Iglesia del Carmen y su sepelio.
Tampoco se permitió realizar una autopsia con médico de la familia para reconocer el estado del cadáver de Francisco.
El superior salesiano informó a los hermanos y familiares del hecho informado por la Policía.
Conociendo a nuestro hermano Francisco, nadie de la familia creyó aquel perverso informe. Algunos familiares iniciaron de inmediato la búsqueda de la verdad de lo sucedido. ¿Por qué aquello de velatorio con el cajón cerrado que ni los papás ni los familiares pudieran observar su cadáver y darle el beso de despedida?
La investigación realizada dejó entrever inmediatamente que aquel informe había sido urdido para que no se intentara averiguar más nada, propiamente un perverso “cuento” infantil, que lucía nombres y firmas de testigos y demás. Una de las cosas más alentadoras que recibimos fue la Carta escrita de puño y letra por su compañero sacerdote el P. Cacho Alonso, que confirmaba nuestra sospecha y decía así:
Carta a Francisco

Querido hermano Francisco,
 Tu muerte golpeó con dolor profundo en mi ser,
Porque te mataron amigo!
Te mataron con saña, rabiosamente.
Puños asesinos, amaestrados para matar acabaron
Con tu generosa entrega, en el Trigal del Maestro.
Quisieron ensuciar tu memoria, pero no temas, querido
Hermano, tu imagen luminosa, tu sonrisa límpida,
Tu mirada llena de luz, permanecerá hasta el reencuentro.
La Verdad os hará liubres! Nos anuncia el Evangelio pero los
Discípulos ponemos la confianza en el poder de las tinieblas.
¡Qué triste!
En ese seno oscuro se mueve el poder del Maligno.
¡Creo en ti, hermano! ¡Creo en tu sacerdocio!
¡Creo en tu fidelidad! ¡ Creo en tu amor y en tu martirio!
¡Creo en el Espíritu Santo que por tres veces derramó sobre
Tu cuerpo el óleo que consagra, que convierte en templo
Viviente punto de contacto del cielo con la tierra.
Tu anatomía destrozada!
Pero llegas íntegro a la cumbre de la victoria como
Cuando jóvenes juntos escalábamos la montaña nevada.
¡Creo en ti amigo! Lloro por ti,  hermano!

                                                 (9 de marzo de 1982)
                                                Padre Cacho Alonso

Después de años de archivado el expediente sin investigación alguna, el mismo fue recuperado a pedido del entonces Inspector de los Salesianos, hoy Cardenal Daniel Sturla. Se presentaron informaciones recogidas por la familia, y entre otras, el informe detallado de su cadáver al momento de reducir sus restos realizado con la presencia de médico forense Dr. Cambrilla y autoridades de la Facultad de Medicina, actuando el médico salteño Dr. Andrade. El informe es terminante en demostrar su no coincidencia con los datos del informe policial explicitado en el Expediente judicial. A partir de allí fueron citados a declarar al Juzgado todos los que figuran como testigos, con la presencia del Abogado elegido por Mons. Sturla. Ningunote ellos sabía de la existencia del hecho y confesaron que fueron llevados y obligados a firmar algo que ni siquiera pudieron leer. La familia fue informada de la falsedad del expediente y el caso continúa en la órbita judicial.
En el Colegio Pío, con la presencia de docentes, amigos y numerosas familias de alumnos y ex alumnos de aquella época, se descubrió una placa que quedó fijada como testimonio, a los muros que lo vieron trabajar hasta el último día. En ella se lee:
 “Padre Francisco Guarino, Salesiano Sacerdote. 1932-1982. En tu vida hecha de trabajo y sonrisa vimos florecer el corazón de Dios”.
Estamos seguros de que muy pronto saldrá ala luz la razón por la cual el P. Francisco entregó su vida y quiénes cumplían órdenes de realizar semejante atrocidad.
                                                 Luis Antonio Guarino

PUBLICADO EN EL PERIÓDICO INFORMATIVO DE LA DIÓCESIS DE SALTO- URUGUAY – MAYO 2015 – n| 74 “ALGO NUEVO”.

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