jueves, 10 de septiembre de 2015

Comparte Gloria BASTOS-ZANOTA, Qué Falta !!??...



Por Moreno Maiche (morenomaiche@hotmail.com)
Mi nombre es Moreno Maiche. 72 años de edad. Jubilado de Industria y
Comercio y actor de teatro. Contaré una historia; verdadera: por los albores
de 1980 - 1982, el educador Leonardo Clausen dirigió La Escuela Agraria Las
Brujas acompañado de su esposa Cristina Mega y sus hijos. Antes de eso fue
profesional de la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo, teniendo a su
cargo la Dirección del Dpto. de Menores y el Dpto. Cultural. Y anteriormente,
a instancias de la Dra. Adela Reta, fue Director de la Colonia Martirenet, para
luego volver a la ACJ. Como podemos apreciar, estuvo siempre especializado y
vinculado con la Infancia.
En cierto momento, lo convoca nuevamente la Dra.
Reta para hacerse cargo de La Escuela Las Brujas, dependiente, en aquel entonces
delIname; cargo que acepta instalándose allí con toda su familia. Me faltó
agregar que su esposa Cristina era maestra, lo fue en todos los grados de 1º a 6º,
durante la estancia en el establecimiento Las Brujas. La Escuela se autoabastecía,
ya que los Clausen crearon granjas con animales (conejos, pollos, gallinas,
patos ,etc). Los internos comenzaron a valorar el trabajo mediante dos palabras
clave: CARIÑO Y RESPETO. La organización de la escuela era responsabilidad
de los muchachos, con la guía y sugerencias de Leonardo y Cristina..La tarea
funcionaba tan bien que le ofrecieron la Dirección de La Colonia Berro. Aceptó.
Y allí se instaló otra vez con su familia, dejando en Las Brujas colaboradores
que había formado en Martirenet y lo siguieron. Claro, la tarea era y es vocacional.
Es por eso, como en otros ámbitos de la vida, que cuando se divisa una tarea
digna y sustanciosa, siempre hay colaboradores dispuestos. Tanto en Berro
como en las Brujas eran instituciones de puertas abiertas. Sí, leyeron bien ¡¡de
puertas abiertas!! No solo que no había fugas, sino que las había de otros hogares
para ir a Berro o Brujas. La organización se hacía en base a asambleas donde
los niños y jóvenes participaban tratando de lograr lo mejor para todos. Claro
que esa situación no se logró de un día para otro. Al principio, la desconfianza
fue un factor en contra. No podían creer que se les trataba como seres humanos.
Eso llevó su tiempo, hasta que las realidades del método les demostraron
a los internos que era verdad. Y nuevamente, con la aplicación del CARIÑO
como metodología. Los niños no nacen ni buenos ni malos. Somos nosotros, los
adultos, que formamos esas personalidades. Un dato de lo absurdo del sistema:
cuando llegaba la carne, la misma era entregada en la casa del Director. Le costó
bastante a Clausen establecer que la carne debía ser entregada en la cocina,
ya que era para la comida de todos. Los dormitorios estaban organizados con
un "jefe" de grupo, que era el responsable del orden y la limpieza de la habitación.
En fin, podría contar decenas de anécdotas. Si habrá sido fructífera la
experiencia que, hace muy poco, el Pesidente Mujica envió a Bonomi y a su esposa
Lucía a ubicar a la familia Clausen que estaban viviendo en La Floresta. Le
pidieron que volviera para organizar el INAU. Leonardo aceptó, pero interpuso
una sola condición: que el Directorio estuviera constituido sólo por técnicos.
Le hicieron la consulta correspondiente a Mujica y este respondió que no podía
hacerlo. Fue así entonces que los Clausen continúan en la Floresta, siguiendo
de cerca las atrocidades que todos conocemos. Pero, y siempre hay un "pero",
son muchos los Clausen que están bien inspirados y preparados para realizar
una reconstrucción de estos jóvenes. Tal vez, lo que falta es voluntad política.

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