Nulidad matrimonial: “la caridad y misericordia dio vida al proceso breve” Sergio Mora 13-3-16
El papa Francisco recibió este
sábado 12 de marzo en el Vaticano, a los participantes del Curso de formación
promovido por el Tribunal de la Rota Romana, sobre
los nuevos documentos que cambian el procedimiento, permitiendo así verificar
más rápidamente la situación matrimonial de los fieles que lo solicitan.
La Rota Romana es el tribunal de la
Iglesia que entre otras funciones decide sobre la validez del vínculo
matrimonial que es indisoluble. O sea, nadie tiene la autoridad para disolver
un matrimonio, sí para definir si existió realmente o si en el momento de
contraerlo fue vuelto inválido, porque existieron motivos de nulidad como la
coacción.
Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus, son los documentos promulgados el 15
de agosto del año pasado, después del primer sínodo sobre la familia,
elaborados por una comisión especial instituida en agosto de 2014, los cuales
cambiaron la legislación existente.
“Muchos fieles –les dijo el Papa
a los presentes en el aula Pablo VI– sufren por el final del propio
matrimonio” y se interrogan hubo “algo en las intenciones o en los hechos”
que impidieron “el efectivo realizarse del sacramento”. Esas personas,
añadió, encontraban dificultad a acceder a las estructuras jurídicas
eclesiales para encontrar una respuesta sobre la verdad de su matrimonio
fracasado.
“Caridad y misericordia, además
que la reflexión sobre la experiencia, han empujado a la Iglesia a volverse
aún más cercana de estos hijos suyos”, dijo el Papa, lo que llevó a “abolir
la doble sentencia y se dio vida al proceso breve, volviendo a poner en el
centro la figura del obispo diocesano, o del eparca en el caso de las
Iglesias orientales, como juez de las causas” para acertar la validez del
vínculo.
El Santo Padre invitó además a los participantes del
congreso que se realizó del 7 al 12 de marzo, a que “la nueva normativa sea
acogida y profundizada en el mérito y en el espíritu”, teniendo siempre la
mirada puesta en la salus animarum, que es la ley
suprema de la Iglesia. Señaló además que es de gran importancia que los
separados que viven una nueva unión, participen en la comunidad eclesial.
“Miramos con admiración –subrayó
el Papa– a quienes también en condiciones difíciles se mantienen fieles al
vínculo sacramental” porque son “testimonios de la fidelidad matrimonial que
van animado y señalados como ejemplos para imitar”.
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lunes, 14 de marzo de 2016
Recogido de ZENIT, lo compartimos.........
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