Dgo 14. Tpo. Ordinario ( Mt.11,25-30)
MI CARGA ES LIGERA.-
Cuando Jesús irrumpe en la historia la gente
sencilla vive oprimida por el rigorismo enmarañado de leyes, mandatos,
prohibiciones, amenazas y temores al
castigo de Dios.
Descanso
sabático, ofrendas abluciones y
sacrificios. Los guías religiosos imponían y vigilaban su cumplimiento, adorando la ley y esclavizando, aplastando a los
hermanos. (mt.23,4) “ Hacen fabricar pesados fardos los cargan a las espaldas
de los demás , mientras ellos miran sin brindar la mínima ayuda”
Pablo considera la experiencia de la Ley como
verdadera esclavitud de la que se ha liberado, el la ha experimentado viviendo
pendiente de exigencias imposibles de cumplir, sufriendo realmente por
ello. La Nueva Alianza ha venido para quedarse ha liberado a los pueblos,
quienes la viven dan gracias y la comparten.
No todo es color de rosa, con el correr del tiempo la situación tiende a repetir la historia, Mateo
interpreta la tentación existente en las comunidades de su tiempo
para suplir y forzar con leyes externas, cuando no hay conciencia interna, la
exigencia del Espíritu.
Nosotros hemos sido criados en el legalismo
del cumplimiento de la ley externa, es más controlable un ser humano manipulado, que el pensante por criterio
propio luego de establecer un contacto sincero con el Señor. Muchos de nosotros actuamos aún más movidos
por la ley externa que por el convencimiento interno del corazón, porque no
hemos interiorizado los reales valores del Reino. La ley externa marca mínimos, concurro una
vez a la semana a misa, hago ayuno y abstinencia, acompaño alguna manifestación
religiosa, tengo el rosario colgado en
el coche, en cambio la “ la ley interna” la conciencia cristiana es exigencia
de amor, amor al prójimo, amor al que nada me pueda devolver, amar a Dios en el hermano; es realmente más sustanciosa y
reconfortante .
Jesús ejemplifica su idealismo humanitario con el que ha caído, “la oveja extraviada” ; “ el padre misericordioso con el hijo perdido”; exultan
comprensión, compasión y misericordia.
Luego nos presenta a Zaqueo, la mujer adúltera, Mateo, la Samaritana; frente al rigor legal e hipócrita machista
de escribas y fariseos, pone nuevamente en el centro de la mesa comprensión y compasión con la fragilidad del
ser humano .
San Agustín en célebre oración nos dice ; “ Ama y haz lo que quieras”. Cuando se ama, no hay más ley que la
exigencia del corazón.
Jesús además siempre se nos ofrece como
compañero de viaje, “Sin mi no puedes hacer nada” ( Jn. 15,6); pero conmigo lo
podemos todo, Pablo atestigua “ Todo lo puedo en aquel que me conforta”
Ninguna duda que Jesús reprobó la religión de su tiempo, que imponía
dura disciplina a los hombres sin comunicarles la alegría de la salvación. Que dice Jesús HOY
de nosotros cristianos
cumplimenteros, ritualistas, pesimistas, grises, cada vez más solos, sin sal, de
hoscas comuniones. El Espíritu Santo nos ha regalado un Obispo de
Roma que
llegó para recordamos que somos cristianos hermanos de Jesús, un hombre
trabajador, alegre, que le gustaba compartir y comer con las amigas y
amigos de su tiempo y nos dejó
instaurada la NUEVA ALIANZA para
que la viviéramos a pleno y no volviéramos
al Antiguo Testamento, a
veces nos vemos envueltos por él olvidando todo lo aprendido.
Dm. Pedro, el enorme CASALDALIGA, en su
solar selvático, nos dice “ …nunca he dudado de Ël , siempre
me ha parecido que sólo Él
resuelve en última instancia, lo insoluble de la vida. Siempre me he sentido niño ante Dios .
Reconozco que ésta fe es un don. Creo es también un resultado “gratuito” de una cierta “simplicidad” interior. Los ricos, los grandes, los suficientes no
podrán ver a Dios. Esto no lo digo yo,
lo dice el Evangelio. El problema no es
ser pecador, sino ser engreído. Solo hayun pecado radicalmente tal; el orgullo exasperado “
Jesús afirma “ Mi yugo es suave y
mi carga es ligera”, porque él los lleva con nosotros.
Jesús no es un legislador, no nos pide
milagros, los hace Él . Por eso, oremos como pide Francisco, vigorosamente “Señor,
no te pido cargas ligeras, sino espaldas
anchas”
Comentario
en versión libre autorizado por el autor, del libro de Atilano Alaiz,” El Don
de La Palabra”, realizado por J.eduardo Bernadá
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