viernes, 7 de julio de 2017

COMENTARIO DEL BLOG. Dgo.14° Tpo. Ord. Versión libre autorizada por el autor Atilano Alaiz..-

 Dgo 14. Tpo. Ordinario ( Mt.11,25-30)
MI CARGA ES LIGERA.-
  Cuando Jesús irrumpe en la historia la gente sencilla vive oprimida por el rigorismo enmarañado de leyes, mandatos, prohibiciones, amenazas  y temores al castigo de Dios.
Descanso sabático, ofrendas  abluciones y sacrificios. Los guías religiosos imponían y vigilaban su cumplimiento,  adorando la ley y esclavizando, aplastando a los hermanos. (mt.23,4) “ Hacen fabricar pesados fardos los cargan a las espaldas de los demás , mientras ellos miran sin brindar la mínima ayuda”
  Pablo considera la experiencia de la Ley como verdadera esclavitud de la que se ha liberado, el la ha experimentado viviendo pendiente de exigencias imposibles de cumplir, sufriendo realmente por ello.    La Nueva Alianza ha venido  para quedarse ha liberado a los pueblos, quienes la viven dan gracias y la comparten.

 No todo es color de rosa,  con el correr  del tiempo la situación tiende   a repetir  la  historia,  Mateo  interpreta  la tentación  existente en las comunidades de su tiempo para suplir y forzar con leyes externas, cuando no hay conciencia interna, la exigencia del Espíritu.
 Nosotros hemos sido criados en el legalismo del cumplimiento  de la ley externa,  es más controlable un ser humano  manipulado, que el pensante por criterio propio luego de establecer un contacto sincero con el Señor.    Muchos de nosotros actuamos aún más movidos por la ley externa que por el convencimiento interno del corazón, porque no hemos interiorizado los reales valores del Reino.   La ley externa marca mínimos, concurro una vez a la semana a misa, hago ayuno y abstinencia, acompaño alguna manifestación religiosa,  tengo el rosario colgado en el coche, en cambio la “ la ley interna” la conciencia cristiana es exigencia de amor, amor al prójimo, amor al que nada me pueda devolver,  amar a Dios en el hermano;    es realmente más sustanciosa  y   reconfortante .
 Jesús ejemplifica su idealismo  humanitario con el que ha caído,  “la oveja extraviada” ; “  el padre misericordioso con el hijo perdido”;   exultan   comprensión,  compasión  y  misericordia.  Luego  nos presenta a Zaqueo,  la mujer adúltera, Mateo, la Samaritana;  frente al rigor legal e hipócrita  machista  de escribas y fariseos, pone nuevamente en el centro de la mesa  comprensión y compasión con la fragilidad del ser humano .
 San Agustín  en célebre oración  nos dice ; “ Ama y haz lo que quieras”.    Cuando se ama, no hay más ley que la exigencia del corazón.
 Jesús además siempre se nos ofrece como compañero de viaje, “Sin mi no puedes hacer nada” ( Jn. 15,6); pero conmigo lo podemos todo, Pablo atestigua “ Todo lo puedo en aquel que me conforta”
  Ninguna duda que Jesús reprobó la religión de su tiempo, que imponía dura disciplina a los hombres sin comunicarles la alegría de la salvación.    Que dice Jesús  HOY   de nosotros  cristianos cumplimenteros, ritualistas,  pesimistas,  grises, cada vez más solos, sin sal, de hoscas comuniones.    El    Espíritu Santo nos ha regalado un Obispo de Roma  que  llegó  para  recordamos que somos cristianos  hermanos de Jesús,  un hombre  trabajador, alegre, que le gustaba compartir y comer con las amigas y amigos de su tiempo y  nos dejó instaurada la NUEVA ALIANZA  para que la viviéramos a pleno y no volviéramos  al Antiguo Testamento,  a veces nos vemos envueltos por él olvidando todo lo aprendido.
Dm. Pedro, el enorme CASALDALIGA,  en su solar selvático, nos dice “ …nunca he dudado de Ël  , siempre  me ha parecido que sólo Él  resuelve en última instancia, lo insoluble de la vida.  Siempre me he sentido niño ante Dios . Reconozco  que ésta fe es un don.  Creo es también un resultado “gratuito”  de una cierta “simplicidad” interior.  Los ricos, los grandes, los suficientes no podrán ver a Dios.  Esto no lo digo yo, lo dice el Evangelio.  El problema  no  es ser pecador, sino ser engreído. Solo hayun pecado radicalmente tal; el orgullo  exasperado “   
  Jesús afirma “ Mi yugo es suave y mi carga es ligera”, porque él los lleva con nosotros.
 Jesús no es un legislador, no nos pide milagros, los hace Él . Por eso, oremos como pide Francisco, vigorosamente “Señor, no te pido cargas ligeras, sino  espaldas anchas”

Comentario en versión libre autorizado por el autor, del libro de Atilano Alaiz,” El Don de La Palabra”, realizado por J.eduardo Bernadá

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Multimedia


PARTE 1

PARTE 2

Bielli - Bernada