COMENTARIO de LA PALABRA, Dgo. 26° Tpo.Ord. C.A.-
EL SI DE LOS HECHOS…..
Jesús
gran observador, ha visto algo que existió, existe, la persona educada de
buenas palabras que ha cualquier indicación del superior dice enseguida; “qué
bueno, cómo no! Lo que usted diga..”
pero luego hacemos lo que más nos conviene, lo de siempre, no sea que lo
indicado nos traiga inconvenientes, pérdidas de poder, económico y
posicional.
Acaso no es lo que nos
pasa hoy en nuestra iglesia, el obispo de Roma es aplaudido festejado recibido ceremoniosamente pero
luego ….hacemos lo de siempre o hemos cambiado algo, el cambiado es para
nosotros, personal, comunitariamente, seamos serios y contestemos si sirve el
ejemplo de Francisco de vivir fuera de palacio, comer, vestirse como siempre lo
hizo entre su pueblo, con los deformados zapatos de siempre….
Jesús nuevamente nos muestra las
incoherencias de nuestra vida, el formulismo, formalismo religioso.
Tenemos muchas formas de deformar, de
decir “si” y luego hacer “no”,
reduciendo la religiosidad al culto, “este pueblo me honra con los labios, pero
su corazón está lejos de mi” (Mt 15-18)
Reducir la religiosidad a las buenas ideas,
buscamos más que celebrar vivamente la fe, la tranquilidad de conciencia.
Reducir la religiosidad a buenos sentimientos
y deseos, muchas veces reducimos a sentimentalismos y emociones “adoremos a la
Madre, en esta semana…!” caer emocionado ante la homilía del sacerdote,
quedándonos en emociones de “si” de los labios, pero sin ningún cambio en
nuestra vida diaria, esperando las emociones del fin de semana venidero
Hacer pequeñas cositas, con lo que
tranquilizamos por lo que no hacemos. Es como cuando estamos enfermos tomamos
la medicina pero de régimen nada…
Siendo tan sencillo, no lo llevamos a cabo; Señor qué quieres que hagamos, en qué puedo,
podemos servir, cambiar en algo el entorno?
En la Eucaristía repetimos “Hágase tu
voluntad” ..
Pues
hermanos clérigos, laicos dicho y
hecho…!!!
Del “Don de la Palabra” en versión libre autorizada
por el autor realizado por José Eduardo Bernadá.-
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