Hoy recibimos de Marta Boiocchi un video del dique San Roque, nos hizo recordar que hace 45 años, pasamos por esos pagos. El tiempo se escapa como arena de la mano.
Hace tres años José Antonio Pagola comentando un pasaje Evangélico nos decía:
..."Sin ese silencio interior, no se puede escuchar a Dios, reconocer su presencia en nuestra vida y crecer desde dentro como seres humanos y como creyentes. Según Jesús, la persona «saca el bien de la bondad que atesora en su corazón». El bien no brota de nosotros espontáneamente. Lo hemos de cultivar y hacer crecer en el fondo del corazón. Muchas personas comenzarían a transformar su vida si acertaran a detenerse para escuchar todo lo bueno que Dios suscita en el silencio de su corazón ",.-
Este recuerdo nos a venido a la memoria por las tardes pasadas con Graciela, donde con Cristina en largas charlas llegaron a profundizar en la fe como nunca. En silencios que la situación ameritaba, Graciela comenzó a sentir realmente la presencia de Jesús, se lo manifestó más de una vez, al despedirse cada tarde le pedía que volviera, esos encuentros le dejaban reconfortada. Ella quedaba en paz, Cristina le dejaba con dos sentimientos encontrados, por un lado contenta porque le veía asumir con fortaleza el duro momento, pero personalmete demolida por la situación vivida. Las dos últimas tardes ya ha dejado de luchar, este 26 nos fuimos muy apesadumbrados, Osvaldo le dejaba una música casi inaudible que le acompañaba dándole serenidad. En la mañana del 27 nos avisan de su Pascua.
Con el mismo dolor humano de ayer, pero con mayor certeza que nunca, le recordamos pidiéndole interceda por nosotros, por su Ceb. SanFelipeySantiago que siempre amó.-
lamentablemente no tuvimos con Graciela esa cercania fisica y de compinche como lo ha tenido Cristina. Queda en el debe, imposible de recuperar. Nada lo justifica, pero haciendo balance la distancia fue con todo el grupo. Lo que importa ahora es lo que nos quedo de ella en los ultimos tiempos. Su fortaleza, su aceptacion del reto de una enfermedad cruel que ella la tenia como una compañera de camino. Aceptacion del reto y aceptacion de la propia enfermedad. Eso se veia en algunos de sus comentarios con los que me maravillaba aun sin comprenderla totalmente. Descansa en paz, amiga, solo te has adelantado en el camino. Consuelo a Osvaldo.
ResponderEliminar