sábado, 31 de julio de 2021

DE CASA. Irene y Gabriel, han compartido con la familia espiritual un momento de felicidad que hacemos nuestra. Transcribimos el texto de despedida de ANEP a ALEJANDRO. Es nuestro testimonio de felicitaciones.

 

¿Quién dijo que 20 años no es nada?: El legado de Alejandro Retamoso en la ANEP.

 El viernes 30 de julio de 2021 será el último día de Alejandro como funcionario de la ANEP. Entró en 2001 aunque tuvo algunas colaboraciones puntuales anteriores. De hecho fue el responsable de la encuesta que encargó Germán Rama cuando se enfrentaba a las Cámaras de Turismo por la fijación del 1 de marzo como inicio de los cursos. Rama bregaba por más tiempo escolar y el sector de Turismo quería alargar la temporada al 15 de marzo. Rama mostró con la encuesta “Prácticas de veraneo de los escolares de la escuela pública”, que una mayoría de ellos apenas si tenía vacaciones. Con evidencia incontrastable, Germán Rama ganó la pulseada y los cursos comenzaron más temprano. Ese inicio marcó su vocación de usar el herramental de las ciencias sociales para construir buena política educativa fue durante toda su carrera un sello distintivo.

Alejandro desarrolló gran parte de su vida profesional en la ANEP, pero no se redujo a ella. Fue redactor junto con Ruben Kaztman de una serie de artículos sobre la segregación urbana[i] que fueron muy influyentes en el campo educativo y de la cuestión urbana. También trabajó en el Instituto Nacional de Estadística cumpliendo distintos roles, lo que le permitió enseñarnos a todos el oficio del cuidado del “dato estadístico” y no recuerdo qué consejero alguna vez lo elogió como el gran estadígrafo de la ANEP. Fue durante años consultor permanente de UNICEF al punto que cuando se abrió el cargo de oficial de educación, no tuvo otra opción que presentarse y sellar su pasaje definitivo al mundo de la Naciones Unidas.

Es larga la lista de proyectos que fueron de su autoría o que colaboró directamente. Fue de las personas que moldeó el rol del sociólogo en la Administración Pública. Con una sólida base estadística y una envidiable capacidad de escucha, logró traducir las demandas de las autoridades políticas en sistemas de información que fueron contestando las principales preguntas de gestión de un sistema complejo.

Por ejemplo, cuando se publica el Panorama de la Educación en Uruguay: una década de transformaciones 1992-2004 que lideró Fernando Filgueira 2003-2004, -pero que se publica recién en 2005-, el anexo de tablas del libro fue el germen que después se transformó en el Observatorio de la Educación. No sé cuantas revisiones hubo que hacerle al Panorama, pero recuerdo que no se podía mencionar la palabra “reforma educativa” en ningún lado. Hasta la década del subtítulo era de 12 años. Alejandro tenía la visión permanente de construir series temporales armonizadas para analizar tendencias y el rigor de trabajar el dato hasta asegurar su validez y confiabilidad.

Alejandro estuvo en la génesis del Monitor Educativo de Primaria y lo vio desarrollarse y crecer hasta el sistema maduro que es hoy. Recuerdo cuando fuimos al despacho de Alex Mazzei, con Carlos, Santiago y Alejandro a presentar la idea del Monitor de Secundaria con un documento que contenía las tablas vacías que habíamos imaginado. De un arranque lento, cuando se incorpora Martín Pasturino al CES le da un empuje junto a los consultores que trabajaban en el PEM. Sebastián de Almeida y Federico Rodríguez también fueron parte de la fuerza necesaria para sacar el primer Monitor de Secundaria y abandonar las épocas en que las estadísticas del consejo salían con fuente: Despacho del Consejero Carbonell.

Con el Monitor logramos conjugar el “esfuerzo continuo y sistemático” con los temas de agenda del consejo. “El monitor levanta el centro, pero alguien tiene que cabecear” era la metáfora futbolera de aquellos años. En términos educativos, el monitor de Primaria seguía por ejemplo, la tendencia de la repetición, por área, por grado, por contexto y por inspección, y al presentar los resultados se los ponía en contexto regional para mostrar lo extendido que era el uso de la repetición en Uruguay comparado internacionalmente. Si uno mira la serie larga, todavía es percibible la bajada pronunciada de 2007 a 2008 cuando presentamos “Primero una sola vez” y post presentación del monitor trabajamos en la reformulación de la circular de repetición. Esa sinergia entre el reporte del dato, la reformulación conceptual y la política educativa es uno de los méritos del encuadre de la DIEE de los últimos años.

Estuvo al frente de dos censos docentes el del 2007 y el del 2018. Cuando estudiábamos en demografía nos enseñaban que los censos son una operación estadística compleja. Pero puede llegar a buen puerto cuando tenés a Alejandro y al equipo de la DIEE a cargo. Supimos rellenar las burbujas que no leía el lector óptico del Censo 2007 y atravesar los cambios tecnológicos de una década de rápida digitalización. De los censos por subsistema, pasamos al censo de toda la ANEP en 2007 a incluir a todos los trabajadores de la educación, docentes públicos y privados en 2018.

Alejandro nos dio la bienvenida a todos. Estuvo en los tribunales de selección y trabajó pacientemente en la construcción de un equipo de investigación. Sabía en qué estaba cada uno de los investigadores y manejaba las cargas laborales para que fueran parejas. Siempre tuvo la capacidad de encuadrar en líneas bien definidas el trabajo del área de estudios y evaluaciones y la de sistemas de información. Lideraba equipos en base al respeto profesional y lograba construir un clima donde todos nos sentíamos a gusto. La calidad humana con la que recibía a nuestras contrapartes institucionales fue clave para ir tejiendo una visión ANEP en materia de estadística educativa.

Para mí fue siempre un puntal para proyectar la DIEE en la ANEP. Muchas veces tuvimos que hacer de policía bueno y policía malo. Otras jugamos de memoria el plan que dibujábamos en la cabeza. Si bien hemos tenido nuestras diferencias, esa dialéctica movía al equipo hacia adelante. Creamos una cultura no competitiva donde nos sentíamos a gusto de colaborar y aportar para el equipo. Los más veteranos, Alberto y Santiago trasmitían ese espíritu a los nuevos. Logramos crear una ética profesional a pesar de la pesada burocracia de la ANEP. Alejandro siempre estaba dispuesto a enseñar a los que entraban su saber profesional honrando una ley no escrita en la DIEE que todos supimos cumplir a rajatabla: acá no hay recelos profesionales ni personalismos.

Una vez en Buenos Aires, en un taller sobre evaluación de impacto que organizó el Banco Mundial, dibujamos los rudimentos de las evaluaciones que luego encararíamos en serio. Su constante buen humor, infundía de buen ánimo cualquier ambiente. Alejandro es tan la DIEE, que cuando anunció que se iba a Unicef, Alberto comentó que no podía imaginar la DIEE sin Alejandro.

La transición desde que anunció su partida ha sido meditada y aplomada como Alejandro nos tiene acostumbrados. Cuidó todos los detalles de dejar la casa en orden. Ordenó carpetas, transfirió 20 años de documentación de trabajos, bases de datos, contratos, rendiciones de cuentas y planificaciones anuales en el directorio Piso 7 de la red. Pero su mayor legado está en lo que ha influido en todos los que tuvimos el privilegio de trabajar con él. La cultura DIEE, reconocible por propios y ajenos, sobrevivirá a quien fuera uno de sus artífices. Alejandro se puede ir tranquilo. Se sentirá su ausencia pero inventaremos otra versión de nosotros mismos. Sin duda, lo vamos a extrañar.

 

 

 

 



[i]  2006 Kaztman y Retamoso CEPAL Segregación Residencial en Montevideo: Desafíos para la Equidad Educativa.(2008) Kaztman y Retamoso CEPAL Segregación espacial, empleo y pobreza en Montevideo.

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