Mi viaje al país de los enfermos
Mi viaje al país de los enfermos
Hoy lunes me interno para una quimio que me van a realizar por un tumor maligno que tengo en el hígado. Y el médico me ha pedido que me interne por unos días. Hoy ocupándome de mi salud.
Muchos me preguntan cómo estoy. Estoy por suerte bien y con buen animo y espíritu. Este nuevo tiempo lo vivo como “Un viaje al país de los enfermos”, no ya visitando, sino que incorporándome a esta gran comunidad de quienes sufren en sus cuerpos y de quienes, como buenos samaritanos los cuidan y buscan sanar.
En esta comunidad de iguales, no estamos solos, tampoco de uds. que acompañan, rezan y también conmigo, aceptan la voluntad del Dios de mi Vida. “Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció y sanó a los enfermos”.
Vivo la oración de abandono de Carlos de Foucauld, me siento interpretado en cada una de sus palabras. Lo vivo a Dios Padre muy cercano, me sostiene. El me “bancó” siempre.
Confió en mi y yo en él y todavía sigue siendo el artesano de este barro que soy (Jer.18,1-4). “Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro”. (S.103) Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras. De lo que hagas de mí te lo agradezco, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más, Dios mío, pongo mi vida en Tus manos.
Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te amo, y porque para mí amarte es darme, entregarme en Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre, mi Madre. Amén. Confío en tu cercanía y en tu plegaria por mi y todos los enfermos, francisco, Laguna Yema, 2 de agosto del 2021
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