Vivimos en un tiempo nuevo sin ni siquiera darnos cuenta. Un siglo en el que todo ha cambiado respecto al anterior, pero en el que estamos tan inmersos que no nos damos cuenta. "Ya está -dice Corrado Augias- , anótalo, así es". Es necesario tener una visión de largo plazo, de cara al futuro, pero la capacidad de recordar el pasado vivido y estudiado, para poder leer la realidad. Y así empezamos a hablar de La fine di Roma. Trionfo del cristianesimo, morte dell'Impero (El fin de Roma. Triunfo del cristianismo, muerte del Imperio, en traducción libre) que acaba de estrenarse para Einaudi , pero terminamos hablando de la derecha , la izquierda , Meloni , Salvini, Orbán .
La fine di Roma: Trionfo del cristianesimo, morte dell'Impero
La entrevista a Corrado Augias está editada por Annalisa Cuzzocrea , publicada por La Stampa , 19-09-2022. La traducción es de Luisa Rabolini .
Aquí está la entrevista.
¿Por qué un libro sobre hechos tan lejanos nos dice tanto sobre la actualidad?
Me fascina ese período que duró siglos y cuando el mundo cambió de caballo y de perspectiva. En el que una cultura poderosa desde el punto de vista económico, militar, estratégico, legal, civilizatorio fue reemplazada casi en su totalidad por otra. Precisamente hoy, en 2022, atravesamos una fase similar . Atrás quedaron los días en que los niños de secundaria estudiaban tanto. Comenzó otro, con nuevos conocimientos y herramientas de comunicación.
¿Un nuevo mundo? Entonces, ¿cómo era el mundo cristiano después de ese clásico?
Sabemos que la historia nunca se repite de la misma manera, pero algunos mecanismos de la historia pueden repetirse . Mi idea es esta y explica por qué la política y los personajes que la encarnan son tan modestos: no hay cultura que alimente la política. Los partidos ahora están lidiando con la situación concreta: bajamos los impuestos, damos un bono, construimos una carretera. Incluso hacen cosas honorables, pero efectos puros . Ya ningún político habla de las causas, nadie explica: mira, esto pasa porque...
Como en esta sombría campaña electoral.
Mira la escuela , piedra angular de la vida democrática. En Italia , más que en ningún otro lugar, tenemos una tremenda necesidad de escuela. Hay que aumentar el nivel de aculturación del país. Y en cambio perdemos el tiempo hablando del número de conserjes, de la mascarilla. Nunca nos preguntamos: ¿sigue siendo bueno lo que enseñamos en la escuela ? ¿O deberíamos cambiarlo?
¿De dónde viene esta falta de visión de ideas y propuestas políticas? ¿Desde el fin de las ideologías, de los viejos marcos de referencia?
Es una de las razones, pero no solo se han ido las ideologías , también se ha ido la religión . En el libro hablo de las que durante siglos fueron las grandes preguntas que se plantearon las religiones, los problemas punzantes, puramente abstractos, que nadie plantea hoy. Todo esto ha terminado . Hay una revolución en marcha.
¿Esa huella?
Tener cuatro pulgadas cuadradas de plástico y metales preciosos en tu bolsillo que te permite comunicarte instantáneamente con el mundo entero no es algo que viene gratis. No cambia todo. ¿Quieres que alguien en esta situación de transición escriba La riqueza de las naciones o El capital ? ¿Esos grandes textos que alimentaron la práctica política durante décadas? Nadie lo hace, nadie sabe qué escribir.
Quizás porque no nos damos cuenta de que estamos inmersos en este cambio de era. No tenemos la capacidad de mirar lo suficiente hacia adelante o hacia atrás.
Cualquiera que haya crecido en otro mundo, como yo, ve esto como algo magnífico, prodigioso y muy peligroso . Cuando estaba en la escuela secundaria, hablábamos de la Guerra de Troya que nos dividía entre quién estaba del lado de Aquiles y quién estaba con Héctor . Los niños de hoy ya no hacen eso. Es una señal de que esa cultura está desapareciendo , de que estamos dentro de una profunda fractura.
¿Es un mundo peor?
No podemos decir, será muy diferente .
¿Es un mundo que, con su falta de visión, da lugar a populismos, sus respuestas simples y poco prácticas, el consenso por el consenso?
La campaña electoral hecha al decir que Giorgia Meloni podría representar una vuelta al fascismo y, en ese sentido, un peligro, está equivocada. No hay retorno al fascismo . Quizá haya algo peor. Puede haber una limitación de la libertad sin ideología . El fascismo tenía una ideología cruda. Releí todos los discursos de Mussolini en un hermoso libro de David Bidussa y es asombroso cómo trató de recoger algo aquí y allá, desde Sorel hasta Marx y la " Psicología de las multitudes " de Le Bon . Sintió la necesidad de construir una ideología.
Ahora, ¿no hay necesidad ni siquiera de eso? ¿Un marco lógico dentro del cual insertar las propuestas de política?
Ahora Meloni puede decir disparates como: defendemos el derecho de las mujeres a no abortar . Me recuerda a la terrible campaña de divorcio de Amintore Fanfani cuando dijo: "Te obligarán a divorciarte. Tus maridos se fugarán con las criadas", son cosas que he escuchado con mis propios oídos. Sin pensar en ese antiestético Salvini que lleva diez años repitiendo las mismas cosas, cerremos las fronteras.
Como si fuera posible, o humano.
Como si tuviera sentido. Hay esa absoluta aridez de su visión política que les hace arrastrarse -desde un punto de vista dialéctico- a ras de suelo, pero no pueden hacer un discurso diferente porque no les conviene y porque no saben cómo hacerlo. .
Dices que la religión también ha desaparecido, pero nunca ha sido tan alardeada -por la derecha- como en estas elecciones: el rosario, el "yo creo", la familia cristiana tradicional.
Carocci acaba de publicar un hermoso libro , El poder de las devociones , en el que Daniele Menozzi habla precisamente del uso político de la piedad popular . El populismo actual recurre a nivel planetario al uso político de las devociones tradicionales , de Bolsonaro a Orban , de Le Pen a Salvini , la ostentación de los símbolos religiosos depositados durante siglos en la memoria cristiana es la respuesta de la identidad nacionalista a la crisis de la globalización. En un mundo cada vez más secularizado , con iglesias vacías, gente que sale de misa sin saber lo que es la comunión, los fundamentalistas usan la religión como arma. Esto hacen los islamistas, que matan, y Salvini , que no mata, pero usa la cruz para cerrar mítines, lo hace. La religiosidad, la espiritualidad, se fue al carajo.
Ante todo esto, la izquierda se divide, pierde en lugares considerados cuna de la socialdemocracia como Suecia, se desintegra aquí en Italia, metiéndose en guerras internas.
La izquierda está pagando un destino que la golpea más fuerte porque es hija de esta cultura moribunda . Su pensamiento proviene de los enciclopedistas de mediados del siglo XVIII, de utilitaristas ingleses como John Stuart Mill . Es el depositario de este importante núcleo de pensamiento, basta pensar en Gramsci , Gobetti , toda la ola que acompañó la historia de los partidos y de los intelectuales. ¿Sabes por qué estaban más de este lado que del otro? ¿Por qué eran esnobs? Pues nada, sino sólo dentro de ese pensamiento, podrían razonar en los términos en que debe hacerlo un artista, un intelectual, un escritor.
¿No cree usted, como Meloni, que el carné sindical de la CGIL tiene algo que ver?
Es hablar de reunión . Las respuestas son más profundas. Incluso cuando Bottai organizaba los 'juegos littorali ', también estaba obligado a invitar a los opositores al fascismo, de lo contrario no había pensamiento ni debate. Pero quizás Meloni , que es una mujer muy inteligente, ya esté pensando en cómo atraer a los intelectuales y a la nueva clase dirigente.
Se está intentando ampliar la base de Fratelli d'Italia, para convertirlo en un partido conservador inspirado en otras familias políticas. Pero luego votan por Orbán contra un informe del Parlamento Europeo. ¿No es eso una contradicción?
Mostraron la cara real. ¿Cómo puedes proclamarte atlantista, europeísta, si apoyas a quien estranguló a Hungría , donde ya no hay una voz de disidencia que se tolere? La idea que me formé, no sé si es correcta, es que tienen vínculos de una manera que no pudieron evitar.
¿Destruyendo el intento de acreditación internacional?
Todavía están dentro de tu pasado. Las franjas nazi-fascistas que aún existen votarán por los Fratelli d'Italia . Y no podemos decir simplemente "los que hacen el saludo romano son idiotas", eso es folklore. El rechazo político es otra cosa. Meloni necesita esos votos, ese pasado, su constancia electoral, y para eso vive en una ambigüedad constante .
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