lunes, 26 de septiembre de 2022

Amerindia.- ¿"TIENE SENTIDO LA AVENTURA HUMANA"? Por: Rosa Ramos y Armando Raffo, SJ.

  “O bien todo es nada, o bien todo es milagro”

José Antonio García

“No hay que amenazar a los pájaros para que canten...”

 Benjamín González Buelta

Esta vez escribimos a dos voces o a cuatro manos, así como hemos hecho con el libro que estamos presentando en estos días en Argentina y, Dios mediante, presentaremos en Uruguay en octubre. 

 

“¿Tiene sentido la aventura humana? Reflexiones para cristianos” es un libro en el que trabajamos una laica y un jesuita, que ya nos conocen por los artículos publicados quincenalmente en Amerindia. Empezamos por compartir que nosotros los autores hace muchos años nos acompañamos y sostenemos en las respectivas opciones-misiones, pero también que trabajamos juntos en distintas actividades y proyectos. Esta vez el gran desafío consistía en escribir un libro para el cual era necesario sumar cosmovisiones y saberes, a la vez que aunar o procurar la coherencia entre distintos estilos de escritura. Ya juzgarán el resultado, si bien por lo pronto, nosotros ya estamos satisfechos del esfuerzo compartido.

 

Quizás, lo primero a decir, es que confiamos en que la aventura humana tiene sentido. Obviamente, no se trata de una deducción racional y concluyente, pero sí de una apuesta que tiene su racionalidad y, lo que es más importante, su sentido. En el fondo de la pregunta por el sentido yace aquella famosa pregunta de Heidegger: ¿Por qué existe algo y no más bien la nada? Desde la admiración que conlleva la existencia en sí misma, se postula que “hay algo” que sustenta cuanto existe. Se trata de una apuesta, de una fe que tiene sus puntos de apoyo racionales y existenciales, aunque no necesariamente concluyentes. Como que hay algo dentro de nosotros que nos dice que tiene que haber un origen y un sentido inherente a la maravilla de lo que llamamos la creación y a la aventura humana. Si bien no se nos oculta que puede ser una desventura y que convertirla en bienaventurada implica asumir riesgos y hacer apuestas generosas.

 

Quizá lo peculiar de este libro es el abordaje del tema desde distintos lenguajes o categorías. Encontrarán en el mismo inquietudes filosóficas, planteos bíblico-teológicos, junto con reflexiones existenciales a partir de una hermenéutica de experiencias humanas, y también poemas y canciones. Vale decir el libro tiene diferentes lenguajes que sirven de “ventanas” que permitirán al lector asomarse y reflexionar sobre las temáticas abordadas, según sus intereses y sensibilidades.

 

En la presentación decimos: “No tienen entre sus manos un libro de exégesis bíblica. Menos aún un libro de teología dogmática que pretenda realizar un aporte original en ese terreno, no es este el fruto de una investigación académica. Los autores… ofrecemos reflexiones a partir de nuestra experiencia humana y de fe, que se ha dejado interpelar una y otra vez por el Misterio, pero también sobre cómo hacer un aporte pastoral crítico en el contexto que nos toca vivir para hacer creíble y relevante la Buena Noticia… La buena noticia a compartir es la de un Dios “amigo de la vida”, un Dios “con nosotros”, pero no intervencionista o “tapa agujeros” del que se deban esperar revelaciones y acciones mágicas. Al contrario, nos proponemos animar a creer en un Dios Amor velado e incoado en la realidad cotidiana.”

 

Por otra parte, tuvimos la deferencia de un prólogo realizado por la Dra. en Filología, Encarna Esteban Bernabé, docente de la Universidad de Murcia. Allí escribe: “No es un libro de exégesis bíblica, como los autores ya advierten desde el inicio, pero si descubriremos en algunas páginas, a la luz de distintos pasajes bíblicos, la respuesta amorosa que Dios da a su Creación. En otras, el lector descubrirá como el amor del Padre se materializa en la historia de la humanidad, en las experiencias de hombres y mujeres que han sabido identificar el paso de Dios por sus vidas.”

 

También afirma la prologuista que “Los cristianos debemos, ahora más que nunca, formarnos, buscar instrumentos que nos ayuden a crecer y abandonar esa fe infantil que nos fue útil en un momento de nuestra existencia, pero que, con el paso de los años, se va quedando estrecha, obsoleta.” “La idea misma de Dios va evolucionando en nosotros…”

 

En cuanto al contenido, les adelantamos que el libro tiene dos partes y un epílogo en que desde la fe cristiana damos un “sí” a la pregunta que da título a la obra. Las dos partes constan de ocho capítulos cada una en los cuales encuentran varios puntos, alternando los lenguajes antes mencionados. La primera parte se titula “Un Dios que alienta la humanidad”, en ella procuramos recordar cómo es la revelación de Dios: tomando la iniciativa; ayudando a tomar conciencia; invitando a caminar y caminando con nosotros; en los deseos hondos y centrífugos; liberando y sanando; reconciliando y descubriendo nuevos horizontes; animando a vivir en comunidad. Terminamos esa parte con un último capítulo: “Dios no juega a las escondidas, pero…”

 

La segunda parte del libro se titula “Experiencias humanas que revelan la huella de Dios”, allí los ocho capítulos abordan aquellas que consideramos profundamente humanas. A sabiendas o no, de quienes las viven, desde una hermenéutica de fe es posible descubrir esa presencia del misterio que llamamos Dios. Por eso la cita inicial: “O bien todo es nada, o bien todo es milagro” que alude a la gran pregunta por el sentido. Los capítulos tratan la experiencia de búsqueda de la verdad; de la belleza; de la justicia; de la dignidad en el sufrimiento inocente; e los procesos de reconciliación; en el amor y la amistad en su gratuidad, y en la experiencia del don de la paz. Finalizamos la segunda parte recordando María, cuya experiencia de guardar y meditar en el corazón es paradigmática y creemos fundamental para el tiempo presente.

 

Por último, y animándolos sin más a la lectura, creemos que el desafío que a todos nos concierne, de una manera o de otra, es reconocer nuestra precariedad a la hora de percibir o entender el misterio de Dios actuando y revelándose en la historia de muy distintas maneras.  Quizás nos ilumine aquella famosa frase de Pascal: “… no me buscarías si no me hubieras encontrado.” Esa misma búsqueda habla de un anhelo que apostamos no es fútil ni una mera veleidad. 

1 comentario:

  1. Alicia DeSa, desde Buenos Aires: "Conociendo la prosa de Rosa, no me cabe duda de que ha de ser un excelente libro. Muchas gtracias. Lo tendré en cuenta.

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