martes, 28 de marzo de 2023

CARTA ABIERTA Aguas Dulces, 24 marzo 2023. A los obispos uruguayos.

Estimados Obispos de la Iglesia Católica Apostólica Romana de Uruguay:

      Me ha llegado el documento presentado al CELAM por los obispos uruguayos para el Encuentro Regional del Cono Sur, que acompaña los resultados del proceso sinodal, de consulta, de escucha, que se desarrolló en todo el país.     

    Ese documento me preocupó y estimo que esa inquietud no es solo mía; parecería que mis Obispos no comparten el camino sinodal impulsado y promovido por el Papa Francisco.

    No aparecen, como en otras ocasiones, las firmas de cada uno de los Obispos, entiendo que ha de asumirse como un documento oficial, dado que lo presentaron al CELAM.                El proceso sinodal iniciado por el Papa Francisco, implica una consulta lo más amplia posible al Pueblo de Dios, del que somos parte todos los católicos, no importa si somos obispos, sacerdotes, religiosas o laicos. De esa forma se promueve, tanto la participación responsable de todos/as los bautizados y la necesaria desclericalización de la comunidad eclesial, para mejor cumplir su misión evangelizadora. Ese proceso y metodología promovidos por el mismo Papa, buscan volver a centrar la vida cristiana en torno a Jesucristo. En Uruguay, las distintas diócesis hicieron diversas consultas y asambleas, algunas buscando incluir la rica diversidad de vocaciones y carismas en el Pueblo de Dios y otras, como la de Montevideo, con gran cantidad de sacerdotes y seminaristas y escasa participación laical. El Concilio Vaticano II, nos propone revalorizar la vocación cristiana como tal y superar una visión en la que el hecho de ser cristiano ‘de a pie’ – es decir sin un ministerio o una consagración especial – esté devaluado. En una instancia a nivel nacional, los aportes hechos en todas las diócesis fueron recogidos en el documento titulado “Síntesis elaborada a partir de las síntesis diocesanas”. Se pudo avanzar, en mayor o menor medida, en un proceso de verdadera escucha recíproca y diálogo, atentos a discernir lo que el Espíritu quisiera decir a nuestra iglesia. Tomando así muy en serio algo que fuera decisivo en la constitución Lumen Gentium: la determinación de anteponer, expresamente, los capítulos que refieren al misterio de la Iglesia toda y al Pueblo de Dios en general, a aquellos en los que se trata del ministerio ordenado, los religiosos y los laicos. La categoría de Pueblo de Dios, puso de relieve que el centro de gravedad de la experiencia cristiana, es lo que todos/as los/as creyentes tenemos en común. Ella designa esa realidad fundamental y englobante, previa a toda diferenciación, que remite a lo común de nuestra condición eclesial: nuestra simple condición de seguidores y testigos de Jesucristo, como la realidad primaria y fundamental, desde la que hemos sido constituidos como pueblo. El proceso de consulta fue una muy buena noticia para los católicos uruguayos. Nuestros Obispos, sin embargo, en su documento, se manifiestan en contra de lo propuesto por el Papa, así como, de las reflexiones y propuestas hechas por el Pueblo de Dios, en las instancias diocesanas y nacionales. La Presentación que hacen los Obispos al documento nacional, establece textualmente en su punto N° 1, “Nos parece que la metodología que se ha seguido en el camino sinodal no es adecuada.”; se alejan así de la propuesta metodológica del Papa. Del texto surge que el episcopado uruguayo no comparte un punto considerado decisivo por el Papa.        Los cambios siempre encuentran resistencias. Parecería por este breve documento que los obispos uruguayos sólo aceptarían propuestas que provengan de sus propias posturas, sin atender a las reflexiones del cuerpo católico uruguayo.            

     Un tiempo triste para la iglesia católica uruguaya. Con mis más sinceros y cristianos sentimientos los saluda

                                                                    Ana Varela Esponda

  1. Querida hermana Ana, compartimos tu razonamiento sinodal coherente con el Obispo de Roma. Ahora, no nos extraña el descenlace, tu bien razonas en el último tramo " los obispos uruguayos sólo aceptarían propuestas que provengan de sus propias posturas, sin atender a las reflexiones del cuerpo católico uruguayo" reitero coherente con el desconocimiento del VaticanoII, no ya con Francisco. Te mando un abrazo, "non calentarum ,largo vivirum"      José Eduardo Bernadá

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