"Está escrito en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración y vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones". Y curaba a ciegos y cojos. No perdonaron a Jesús que se enfrentara con los que controlaban la economía del Templo, pues el Templo era también una gran fuente de ingresos económicos.
Lástima que el Evangelio de hoy no diga nada de ésto que está a continuación de la lectura escogida y que es lo que explica el comienzo de la Pasión y Muerte de Jesús, aunque ya iban a por Él casi desde que empezó a predicar en la sinagoga pues quisieron arrojarlo por un barranco para matarlo. Y es que Él había dicho en aquella su primera intervención : "El Espíritu del Señor está sobre Mí porque Él me envió a anunciar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar a los cautivos la libertad...a despedir libres a los oprimidos....".
Él se atrevió a ir contra las leyes judías que prohibían curar en sábado : "El sábado debe estar para el hombre y no el hombre para el sábado", decía. Llamaría a los fariseos "sepulcros blanqueados" y "estúpidos". Sus amigos eran personas sencillas, les seguían las masas del pueblo y los pobres eran sus preferidos a los que hacía bien curándolos de sus dolencias y haciendo compartir la comida para que todos pudieran comer...
Por todo ésto desde el comienzo Jesús fue perseguido y deseaban matarlo porque lo consideraban un peligro para ellos, un revolucionario que soliviantaba a las masas y se enfrentaba al poder religioso y político.
Hoy se narra con detalle en el evangelio de Mateo toda la Pasión de Jesús: los latigazos en sus espaldas, la corona de espinas, cargar con la cruz y su muerte en la cruz ante el abandono de todos sus discípulos, excepto las mujeres que estuvieron allí hasta el final, al pie de la cruz.
Hoy Jesús sigue muriendo de muchas maneras: en la guerra de Ucrania y en todas las otras guerras silenciadas. En Palestina, en Yemen, en Uganda, en Sudán y en tantos otros sitios...Cristo sigue muriendo en los ancianos abandonados en mucha residencias de mayores , en los miles de inmigrantes que mueren en el Mediterráneo o en la frontera de México intentando buscar una vida más digna para ellos y sus familias, en las personas sin techo que mueren en la calle por falta de una atención integral que merecen, en las personas que viven en soledad y mueren de pena y tristeza...
Debemos apostar por el mensaje que Jesús nos trajo: un mensaje de fraternidad, de justicia, de igualdad, de paz....para que este Mundo tan injusto para tantas personas se convierta en un Mundo donde la persona sea el centro y no una "economía que mata" (Papa Francisco) y que provoca muchísimas desigualdades e injusticias. Que no haya tanta gente que el sistema los descarta, sino que se imponga la igualdad real de todos. Tal como de modo magnífico lo explica el Papa Francisco en su encíclica "Fratelli tutti".
Si. Otro mundo es posible y otra iglesia es posible, depende de nosotros esa rebeldía y ese coraje que tuvo Jesús, y el convencimiento de era posible. Jesús tomó acciones desde que expulsa a los vendedores del templo hasta curar los sábados y demás, molestando a los políticos y poderosos. Lo matan porque molestaba. Se juntaba con prostitutas y leprosos, ciegos y sordos, todos aquellos que no valían nada para la sociedad. Seguimos igual. Los excluidos y hambrientos siguen esperando el mundo nuevo, la iglesia nueva ya desistieron, basta ver en Montevideo al menos. Reflexionemos esta semana en qué podemos hacer para generar un cambio, que hacer para mitigar esa realidad que es de muchos por cierto y no callar, hablar con la verdad y sin temor. Y apoyarnos como comunidades de base los que logramos vivir esa fraternidad a ejemplo de Jesús. El nunca nos dejara solos frente a los Pilatos y fariseos
Si. Otro mundo es posible y otra iglesia es posible, depende de nosotros esa rebeldía y ese coraje que tuvo Jesús, y el convencimiento de era posible. Jesús tomó acciones desde que expulsa a los vendedores del templo hasta curar los sábados y demás, molestando a los políticos y poderosos. Lo matan porque molestaba. Se juntaba con prostitutas y leprosos, ciegos y sordos, todos aquellos que no valían nada para la sociedad. Seguimos igual. Los excluidos y hambrientos siguen esperando el mundo nuevo, la iglesia nueva ya desistieron, basta ver en Montevideo al menos. Reflexionemos esta semana en qué podemos hacer para generar un cambio, que hacer para mitigar esa realidad que es de muchos por cierto y no callar, hablar con la verdad y sin temor. Y apoyarnos como comunidades de base los que logramos vivir esa fraternidad a ejemplo de Jesús. El nunca nos dejara solos frente a los Pilatos y fariseos
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