- Hacemos explícito que nos reunimos en Su Nombre. En el Nombre de este Dios Padre-Madre que nos ama incondicionalmente, ... la inspiración del HijoCrucificado-Resucitado y... el fuego del Espíritu. Amén.
- Como siempre le pedimos a la poesía y a la música que vayan despertando y templando nuestro corazón a traves de la canción: “Este amor que vivimos” de Carlos Saracini.
Tanto lo necesitamos
Tanto, tanto lo anhelamos.
Es como la tierra
Es como viento. (Bis
Este amor compartimos, este amor que ofrecimos.
Vamos siendo testigos de este amor que descubrimos.
Vamos siendo testigos de este amor vivimos.
- Los invitamos a repetir alguna frase que nos toca más en este momento. Buscamos que ayude a templar el corazón para poder contemplar nuestra vida.
Tiempo personal:
La canción nos invita a contemplar: “Este amor que compartimos, ofrecimos, descubrimos y vivimos...” y también dice: “Vamos siendo testigos...”. Desde esta perspectiva te invitamos a preguntarte:
- ¿Quiénes han sido y son “testigos”, “referentes” de esta manera de amar que estas intentando vivir?. Hace una lista en “tu corazón” de esos “testigos”, Maestras y Maestros de la vida que te han enseñado a amar, que han encendido en vos tu manera de amar.
Reflexión:
Lo hemos compartido otras veces, tod@s tenemos un “aprendiz, un Maestr@ interior”, que siempre está en búsqueda, es muy inquieto. Por eso dándonos o sin darnos cuenta está buscando “Maestr@s de carne y hueso” que de alguna manera le pongan el cuerpo a aquello que anhelamos vivir. Nos “inspiran” para que podamos “transpirar” con sentido en lo de todos los días.
Esa “lista” que hicimos de “testigos”, de “referentes” habla de ellas y de ellos. Nuestro corazón está profundamente agradecido por sus vidas. Sin embargo algo muy bello es que ellas y ellos nos hacen “de espejo”, nos ayudan a descubrir nuestras maneras de amar. Nos reflejamos el uno al otro, como recién cantamos: “Vamos siendo testigos de esta amor que vivimos, de este amor que descubrimos”.
Sabemos que amar es una de las razones fundamentales de nuestro existir. Cuentan que en 1939 un periodista le preguntó a Freud, qué era para él una persona sana, madura e integrada a la sociedad. El periodista que esperaba un largo discurso se sorprendió con la brevedad de la respuesta: “Amigo mío, cualquier persona capaz de amar y de trabajar”.
El pasado 1º de mayo, hicimos memoria de esta vocación humana a ser co-creadores con El Creador, a luchar por construir sociedades donde el trabajo nos humanice y este domingo estamos contemplando nuestra “vocación a amar”.
La canción nos ofrece algunas pistas, simbólicas y paradojales para nombrar de alguna este drama, este desafío que es amar: “Es como la tierra. Es como el viento”, amar nos da firmeza y nos hace volar-soñar; “Es como el agua. Es como el fuego”, amar sacia nuestra sed profunda y nos enciende; “Es como la luna. Es como el río”, amar nos ilumina en medio de la noche y nos convoca a fluir, a dejarnos llevar ... y mucho, mucho más.
Es hermoso que otros “al vernos” puedan ver a través de “nuestra mirada”, de “nuestras obras”... la vida de nuestros “testigos”, de nuestros “Maestras y Maestros”. También es para agradecer que otras y otros ven en nosotros “ese testigo” que alienta y enciende su esperanza, porque “vamos siendo testigos de este amor que compartimos y de este amor que ofrecimos”.
Esta reflexión, ¿Qué me provoca?, ¿Qué me hace sentipensar?
- EVANGELIO de la comunidad de Juan 14,1-12
- ¿Quiénes han sido y son “testigos”, “referentes” de esta manera de amar que estas intentando vivir?. Hace una lista en “tu corazón” de esos “testigos”, Maestras y Maestros de la vida que te han enseñado a amar, que han encendido en vos tu manera de amar.
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