¿Cuáles son nuestros miedos?
Qué
difícil es mantener firme la fe y la confianza en medio de la tormenta, cuando
en nuestra vida las olas chocan contra nuestra barca y parece que se hundirá,
el viento fuerte la sacude hasta el extremo, y en el intento de mantenernos a
flote, nos parece que Jesús no se importa que perezcamos. Entonces lo llamamos
a los gritos, y Él responde de inmediato, y con solo sentir su presencia, y su
voz, la tormenta empieza a calmarse. Pero Jesús nos reprocha, pregunta por
nuestra fe y por qué tenemos miedo.
¿Cuáles son nuestros miedos? Morir? Sentirnos solos? Perder
la fe?
Las
mayores tormentas están dentro de nosotros mismos, aún después de una vida
llena de testimonios de la presencia de Jesús en nosotros, cuando llega la
tormenta, el mayor peligro no es perecer, sino la incredulidad y la falta de
confianza en el plan que Dios tiene para cada uno de nosotros.
El
viento cesó y vino una gran calma. Necesitamos calma, paz, para atravesar las
tormentas de la vida, la paz que nos viene de la fe y la confianza de que
aunque creyéramos que Él duerme, Él está con nosotros en la barca.
También
quisiera resaltar el hecho de que habían otras barcas junto a la de los
discípulos y Jesús, pero cuando Jesús para la tormenta y viene una gran calma,
esa calma fue para todos los que estaban allí, aunque los que le pidieron que
hiciera algo fueron los discípulos por su cercanía, pero el actuar de Jesús
alcanza a otros, aunque no lo sabían, tal vez ese día empezaron a seguirlo, no
lo sabemos, estoy suponiendo.
Los
discípulos después de que Jesús calma la tempestad sienten un miedo diferente.
Miedo frente al poder de Jesús. Miedo a su propia incredulidad.
Cuando
las tormentas de nuestra vida son muy violentas, y es normal sentir miedo,
debemos recordar que Él dijo que estará con nosotros hasta el fin del mundo,
aunque esté dormido, actúa a su debido tiempo siempre para nuestro bien, por su
gran amor hacia nosotros.
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