A VECES ESPERAMOS SER SERVIDOS, OLVIDAMOS SER SERVIDORES…
Marcos
escribe este relato ante la necesidad
de alertar a las comunidades cristianas de ayer y de hoy, luego de los primeros años de cierta pureza evangélica donde empiezan
brotes de ambición. Por eso el
texto que acabamos de leer, donde está
claramente expuesta la mentalidad de Jesús.
Por otra parte, está la mentalidad y el
estilo de vida de los mundanos (consumismo)
encarnado en los apóstoles. Ellos y
nosotros muchas veces vamos por lo nuestro.
Se enzarzan, nos entreveramos, en
los repartos, en los sitios a ocupar. Ellos
pensando en el reino político que
sueñan va a instaurar el Maestro, nosotros
con otra mentalidad también esperamos otros sueños. Con estas
ambiciones en el corazón no
acabamos de entender la mentalidad ni el
estilo de vida de Jesús. Es lo mismo
que ha ocurrido y ocurre hoy a tantos que no entendemos que haya personas
cristianas o no, que se la juegan todo por los demás desinteresadamente: “Algo esperarán a cambio”, apostillamos. Jesús y los apóstoles (nosotros) representamos dos actitudes ante la
vida. Los apóstoles y nosotros la entendemos como triunfo.
Jesús como servicio.
La Palabra
y el estilo de vida de Jesús pregonan a gritos que las responsabilidades
no significan poder, honor, títulos,
privilegios, sino mayor servicio.
Entendamos bien que la humildad y el espíritu de servicio no
significan que hayamos de ir contra el anhelo
natural de tener éxitos y de ser reconocidos por el entorno. Lo que es condenable y antievangélico es
constituir estos afanes de triunfar en
un absoluto
Frente
a esta concepción de la vida como
lucha por el triunfo personal o del
grupo , encarnada en los apóstoles está
la vida de Jesús como servicio: “ No he
venido a ser servido sino a servir” Sirvió hasta jugarse la vida y por insoportable
ante el imperio fue asesinado.
Recordemos a R. Tagore: “ Me dormí y soñé que la vida era alegría; me desperté y me encontré con que la vida era servicio; me puse a servir y descubrí que el servicio es
alegría” es otra versión de lo dicho por
Jesús : “ Hay más alegría en dar que en
recibir” (Hch. 20)
Breve
comentario de “El Don de la
Palabra” de Atilano Alaíz,(cmf), Pag 216. (2002) resumen realizado con autorización del autor
por J. E.B.
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