Acto Penitencial
Por su muerte y resurrección, Cristo nos trajo esperanza, vida y alegría. Con la mayor confianza le pedimos perdón por nuestras faltas.
(Pausa)
Señor Jesús, Hijo del Dios vivo: Tú viniste al mundo para compartir nuestras penas y alegrías: R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo Jesús: tú te entregaste a la muerte en la cruz para vencer al pecado y a la muerte en nosotros: R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, tú resucitaste de entre los muertos para ser nuestro camino de vida y alegría infinitas: R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y perdona todos nuestras faltas. Ayúdanos a vivir tu vida en la tierra y llévanos a nosotros y a todos los fieles difuntos a la felicidad de la vida eterna.
Oración Encomendemos al Señor a todos los fieles difuntos. (Pausa) RECORDAMOS A QUIENES YA ESTÁN EN LA CASA DEL PADRE,....(para nosotros influyeron en la formación de la primer etapa; hasta el presente) (Quién desee nombra a sus familiares y amigos)
Nelson Martin BRINDISI Paulino TEJEDOR
Luis Alberto Tabarez
ATILANO ALAIZ Dumas Andreoli Margarita Lanzón
Carlos Albizu Isabel Sosa Antonio Soria
Antonio Ramírez María Concepción Patrón (Chiquita)
María Del Huerto Imáz Carmen Graceni Olivera
Gerardo Piriz Mario Zanotta Graciela María Bielli Rodriguez
José Luis Lazo Alfredo Agüero José María Gomez
José María Senatore
Oh Dios de la vida y de los vivos: Creemos que tú eres un Dios de un amor que es más fuerte que la muerte ya que tu Hijo Jesucristo, nacido como uno de nosotros, destruyó la muerte para siempre. Te pedimos confiadamente que todos los fieles difuntos vivan en la seguridad de tu amor; que disfruten de paz, tu paz, que con tanta frecuencia se les escapaba en la vida, y danos también a todos nosotros el valor para enfrentar la vida dándole auténtico sentido, viviéndola en unión íntima con tu Hijo Jesús, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura Estamos Hechos para la Vida
Un autor del Antiguo Testamento del siglo anterior a Cristo expresa su creencia en la vida eterna: Dios nos ha hecho para la vida. A los virtuosos, Dios les da “shalom”, paz, es decir, a sí mismo y todo lo que es bueno. Palabra del Señor
Segunda Lectura : El Señor Resucitado Está a Nuestro Lado
El Padre no evitó la muerte de su Hijo, para que pudiera traernos vida. Por lo tanto, ni la muerte ni la vida pueden separarnos a nosotros del amor de Dios. Palabra del Señor
Evangelio (Jn 14,1-6): Un Lugar para Nosotros en la Casa del Padre Jesús nos asegura que estamos destinados para siempre a vivir en su amor, en el amor del Padre, y en la casa del Padre en el cielo. Palabra del Señor.-
Oración de los Fieles
Oremos a nuestro Dios vivo, que nos creó para la vida y la felicidad. Dios no nos va a entregar a la muerte definitiva, sino que nos va a dar vida eterna. Oremos diciéndole: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Por los difuntos de nuestras familias y de nuestra comunidad, por todos los que significaban mucho para nosotros en la vida, para que Dios, que los llamó por su nombre, sea su alegría sin fin, roguemos al Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Por los que tuvieron que sufrir mucho en la vida a causa de la enfermedad, de la injusticia o de la pobreza, para que sus penas se acaben ya ahora, y para que su felicidad no tenga fin, roguemos al Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Y finalmente por nosotros mismos, para que sepamos ayudarnos y apoyarnos unos a otros en el viaje a través de la vida, para que vayamos juntos por los caminos del Señor y compartamos penas y alegrías, vida y muerte, roguemos al Señor: R/ Señor de vida, escucha bondadoso a tu pueblo.
Oh Dios de vida, te damos gracias por la certeza que nos das de que los muertos están en tus manos y que nosotros estamos llamados y destinados a la vida eterna, gracias a tu Hijo Resucitado, Jesucristo. No permitas que se inquiete nuestro corazón, y reúnenos un día con gozo con todos los que hemos conocido y amado. Llévanos a todos hacia ti por medio de aquél que es nuestro camino, Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro: Entregamos confiadamente en tus manos nuestra vida y nuestra muerte. Danos el pan de la eucaristía que da vida y el vino de fidelidad a tu Alianza, para que, por su poder, podamos vencer a la muerte y vivir para la vida, y un día nos unamos gozosamente a nuestros seres queridos que partieron antes que nosotros en fe. Te lo pedimos por medio de Jesucristo, Hijo tuyo, y Señor nuestro Resucitado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Demos nuestra alabanza entusiasta al Padre de la vida y de la felicidad, porque nos ha creado para la vida y no nos ha abandonado a la muerte. Por medio de Jesucristo nuestro Señor Resucitado nos ha traído la plenitud de vida.
(No olvidar el uso de los añadidos para los difuntos en la Plegaria Eucarística).
Introducción al Padre Nuestro
Oremos con las palabras de Jesús al Padre de la vida y la esperanza, que es nuestro Padre en el cielo. Padre nuestro…
Bendición
Hemos rogado hoy por todos los difuntos, conocidos o desconocidos, distantes o cercanos.
Ha sido una ocasión para nosotros de profundizar nuestra fe en la resurrección prometida a los difuntos , y también a nosotros, peregrinos todavía en este mundo. Creemos en un Dios vivo que quiere que todos vivan en su alegría y amor. Que nuestro Dios de la vida nos bendiga a todos, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que esta bendición se prolongue por siempre.
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