Uruguay presente      Pablo VIANA  del P.N.

Uruguay estuvo representado en la conferencia por el diputado nacionalista Pablo Viana. Es actualmente legislador nacional, pero no pudo renovar su banca para la próxima legislatura (2025-2030). Viana accedió al escaño en 2020 tras ser suplente de Juan Sartori (quien optó en su momento por ingresar al Senado), y su participación en su meteórica campaña fue fundamental. En este proceso electoral su sector, Avanza Uruguay, se sumó a Espacio País (sector nacionalista liderado principalmente por Javier García) y apoyó la precandidatura de Álvaro Delgado.

Es bueno ir conociendo a estos personajes☝ ladero de Milei.-

Si bien en nuestro país son pocas las expresiones conservadoras, que podrían entenderse más cercanas a la ultraderecha, que circulan en ámbitos como la CPAC, se pueden registrar ciertos contactos y tal vez el caso de Viana sea uno de los más representativos.

El legislador nacionalista es firmante de la Carta de Madrid “en defensa de la libertad y la democracia en la Iberósfera” (un documento de la Fundación Disenso en el que se denuncia a organizaciones de izquierda en Europa y América Latina, afirmando que estos grupos suponen una amenaza para la democracia liberal a través del comunismo y los firmantes se comprometen a defenderse de esta supuesta amenaza), presidente de la Fundación FREE (Fundación Rioplatense de Estudios), cuyo objetivo, expresan, es contribuir al desarrollo de una sociedad próspera y virtuosa, fundando su labor en los valores de la libertad y la responsabilidad. También es integrante de la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC, por su sigla en inglés). Según se describe en la página de la Fundación FREE, “su preocupación y ocupación política se centra en el establecimiento y defensa del Estado de Derecho liberal en América Latina y la reivindicación de las raíces judeo-cristianas de Occidente”.

Viana se muestra muy involucrado en procesos electorales regionales. Por ejemplo, el año pasado estuvo presente en el búnker de Javier Milei en las elecciones presidenciales argentinas y en julio de este año fue deportado desde Venezuela cuando fue a presenciar las elecciones, en las que apoyaba a Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.

En la CPAC Argentina, Viana compartió panel con Branko Marinkovic (empresario santacruceño y exministro de Economía y Finanzas y de Planificación del Desarrollo durante el gobierno de Jeanine Áñez, acusado de promover el separatismo en Bolivia durante los gobiernos de Evo Morales), Rafael López Aliaga (desde 2022 es el alcalde de Lima, empresario y político peruano, numerario del Opus Dei y promotor de la Marcha por la Vida y la Familia que se realiza anualmente en Perú) y Fernando Sánchez Ossa (diputado chileno por el Partido Republicano, liderado por José Antonio Kast). En dicho panel se reflexionó sobre la situación y los desafíos que enfrentan América Latina y cada uno de sus países.

La narrativa de Viana se centró en problemas estructurales que tiene el país, en particular en el rol del Estado uruguayo y la falsa creencia, según argumentó, de considerarlo garantía de protección de los más débiles. Esta situación se arrastraría desde el inicio del siglo XX, en clara referencia a las reformas batllistas de la época. Viana definió al Estado nacional como muy grande, intervencionista e inhibidor del poder creador de las personas.

Además, criticó la imposibilidad del disenso en nuestro país (en las universidades, espacios públicos y el sistema político) por culpa del marxismo vernáculo. A su vez, destacó que Uruguay ha adoptado en las formas y el contenido la agenda globalista. En nuestro país, esta postura crítica de la Agenda 2030, típica de las expresiones de derecha radical en el mundo, está principalmente representada por el diputado electo Gustavo Salle Lorier, del partido Identidad Soberana.

Viana planteó cinco ideas centrales que deben guiar el debate y la acción conservadora. En primer lugar, insistir en la necesidad de un Estado limitado, dado que todo Estado extendido es “socialismo en acción”. En segundo lugar, combatir la intervención al mercado y señalar “la falacia de la justicia social”, que, según sostuvo, es “el reparto de miseria para muchos en pos de negocio para pocos”. En tercer lugar, profundizar la batalla cultural y contra las agendas globalistas. En cuarto lugar, luchar por la plena vigencia de la libertad de conciencia y expresión (dado que en Uruguay, afirmó Viana, hay de hecho una prohibición del sentir religioso, una laicidad negativa). Y finalmente, combatir la “estúpida” falacia del centro político que, según señaló, ha sido subsidiario al marxismo.

Esta última idea cobró fuerza en Uruguay tras la victoria de la fórmula Yamandú Orsi-Carolina Cosse el 24 de noviembre. El pragmatismo, la mesura, la “tibieza” del gobierno de Luis Lacalle Pou son apuntados por algunos sectores de derecha como los responsables del regreso de la centroizquierda al poder. Y no es una idea original de nuestro país, sino que circula por estos foros y por las redes. La polarización es su leitmotiv.

En ese sentido, el presidente argentino expuso un decálogo de acciones que se deben promover con el fin de ganar la batalla cultural. En su noveno punto arguyó que “la única forma de combatir al socialismo es desde la derecha, el extremo centro, sus posiciones y sus herramientas son siempre, en todo lugar, funcionales a la izquierda criminal. Es decir, todos aquellos tibios que quieren ir por el medio lo único que hacen es regalarle terreno a la izquierda, y a la izquierda no se le puede dar un milímetro”.