miércoles, 30 de julio de 2025

IHU. Adital.- La relevancia de la compasión en la situación actual. Artículo de Leonardo Boff

 "¿Cómo no indignarnos contra el genocidio de miles de niños inocentes que no tienen nada que ver con la guerra que Israel está librando contra Hamas, afectando indiscriminadamente a toda la población de la Franja de Gaza y con el objetivo de exterminar especialmente a los niños y jóvenes que en el futuro podrían estar en contra del Estado de Israel?", escribe Leonardo Boff, teólogo. filósofo y escritor.

Leonardo Boff, junto con Werner Müller, escribió El principio de compasión y cuidado (Vozes, 2000) y La medida justa: cómo equilibrar el planeta Tierra (Vozes, 2023).

Aquí está el artículo.

Estamos presenciando guerras en muchos países en estos días, especialmente en la Franja de Gaza, donde tiene lugar uno de los mayores genocidios de la historia actual, en la guerra contra Ucrania en la que miles, especialmente de jóvenes, mueren bajo el implacable ataque de Rusia y así sucesivamente en otros lugares, en particular, en África.

Cómo no indignarnos contra el genocidio de miles de niños inocentes que nada tienen que ver con la guerra que Israel está librando contra Hamas, afectando indiscriminadamente a toda la población de la Franja de Gaza y con el objetivo de exterminar especialmente a los niños y jóvenes que en el futuro podrían estar en contra del Estado de Israel.

La ética, para ser plenamente humana, debe incorporar la compasión. Hay demasiado sufrimiento en la historia, demasiada sangre en nuestros caminos y la soledad interminable de millones y millones de personas, que llevan solas, en sus corazones, la cruz de la injusticia, la incomprensión y la amargura. El ethos que tiene compasión quiere incluir todo esto en el "ethos" planetario, es decir, en la Casa Común en la que hay acogida y las lágrimas pueden ser lloradas sin vergüenza o enjugadas con amor. La compasión es la ética natural de los trabajadores de la salud, especialmente aquellos que se han hecho cargo de los servicios de cuidados paliativos, ahora aprobados para realizarse a través del SUS. El movimiento nacional Premier Palliative Care, promovido por el generoso Dr. Samir Salman, de São Paulo, superintendente del Premier Institute, involucra a cientos de médicos y personal de enfermería que han asumido la práctica de los cuidados paliativos.

Para Tomás de Aquino "la compasión es la más alta de todas las virtudes porque no solo abre a la persona al otro, sino también porque la abre a los más débiles y necesitados de ayuda; en este sentido constituye una característica esencial de la Divinidad" (Summa Theologica II.q.30 a.4 c).

Pero primero debemos hacer terapia de lenguaje, porque la compasión tiene, en el entendimiento común, connotaciones peyorativas.

Tener compasión significa compadecerse del otro, porque lo consideras indefenso, sin energía interior para levantarse. Supone la actitud de alguien que mira hacia abajo desde arriba, humillándolo.

En el cristianismo primitivo, sin embargo, la compasión era sinónimo de misericordia, esa actitud generosa que quiere compartir la pasión con el otro y no dejarlo solo en su dolor. Esto no es hacer "caridad", criticado por el poeta argentino Atauhalpa Yupanqui: "Desprecio la "caridad" por la vergüenza que contiene. Soy como el león de montaña que vive y muere en soledad". Por otro lado, los seres humanos están, en general, acompañados en el transcurso de su vida, por seres queridos que los han rodeado de cuidados paliativos.

No budismo a compaixão é considerada a virtude pessoal de Buda. Por isso é central e tem a ver com a questão que fez nascer o budismo como caminho espiritual: “qual é o melhor meio para libertar-nos do sofrimento”? A resposta de Buda foi: "pela com-paixão, pela infinita com-paixão".

Dalai Lama atualiza essa ancestral resposta desta forma: "ajude os outros sempre que puder e se não puder, jamais os prejudique e tenha sempre compaixão".

Duas virtudes realizam a compaixão: o desapego e o cuidado. Pelo desapego renunciamos a qualquer sentimento de superioridade face ao outro e o respeitamos assim como ele é. Pelo cuidado nos aproximamos dele e zelamos pelo seu bem estar socorrendo-o no sofrimento.

A compaixão talvez seja a contribuição ética e espiritual maior que o Oriente deu à cultura mundial. O que torna o sofrimento penoso não é tanto o próprio sofrimento. Mas a solidão no sofrimento. O budismo e também o cristianismo convocam a estabelecer uma comunhão no sofrimento para que ninguém fique só e desamparado em sua dor.

La gran vergüenza es ver que los países europeos, con raíces cristianas, creadores de derechos humanos y de la idea de democracia, apoyaron la guerra genocida de Netanyahu contra Hamás y el pueblo palestino.

Al igual que el amor y el cuidado, la compasión tiene un campo ilimitado de realización. No se limita solo a los seres humanos. Pero a todos los seres vivos y al cosmos. El ideal budista y franciscano de la compasión nos enseña a relacionarnos adecuadamente con la comunidad de vida: primero a respetar a cada ser en su alteridad, luego a establecer un vínculo afectivo con él, a cuidarlo y sobre todo a regenerar a aquellos seres que sufren o están en peligro de extinción. Solo entonces podremos beneficiarnos de sus dones, en la justa medida y responsablemente, según lo que necesitamos para vivir suficiente y decentemente.

Frente a tantos sufrimientos en la humanidad y agresiones sistemáticas contra la Madre Tierra, la compasión es un imperativo humanista y ético.

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