viernes, 5 de diciembre de 2025

ADVIENTO. SEGUNDO Dgo 7 dic. C. A.- Evangelio según la comunidad de Mateo

 

Primera lectura del libro de Isaías

En aquel día, brotará un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz florecerá un vástago.

Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor del Señor. Lo inspirará el temor del Señor.

No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.

La justicia será ceñidor de su cintura, y la lealtad, cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león como el buey, comerá paja.

El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera de la serpiente.

Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé será elevada como enseña de los pueblos: se volverán hacia ella las naciones y será gloriosa su morada.

Salmo

R/. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R/
Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R/. Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. 

Que su nombre sea eterno  R/ Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

Que su fama dure como el sol:
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
R/.

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente

Sda lec de la carta de Pablo a los Romanos 1

Hermanos:

Todo lo que se escribió en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, a fin de que a través de nuestra paciencia y del consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza.

Que el Dios de la paciencia y del consuelo les conceda tener entre vo ustedes los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, de este modo, unánimes, a una voz, glorificarán al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

Por eso,  reúnanse, como Cristo los acogió para gloria de Dios. Es decir, Cristo se hizo servidor de la circuncisión en atención a la fidelidad de Dios, para llevar a cumplimiento las promesas hechas a los patriarcas y, en cuanto a los gentiles, para que glorifiquen a Dios por su misericordia; como está escrito:
«Por esto te alabaré entre los gentiles y cantaré para tu nombre».

Evangelio según la comunidad de Mateo 

Por aquellos días, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando:
«Conviertanse, porque está cerca el reino de los cielos».

Este es el que anunció el Profeta Isaías diciendo: «Voz del que grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos”».

Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
«¡Raza de víboras!, ¿quién les ha enseñado a escapar del castigo inminente?

Den el fruto que pide la conversión.

Y no se hagan ilusiones, pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues les digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras.

Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.

Yo los bautizo con agua para que se convirtan; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no merezco ni llevarle las sandalias.

Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.

Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».  Palabra del Señor

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