Dgo3° ADVIENTO C.A. Mateo 11,2-11.--
: “ Vayan a comunicar a Juan lo que están viendo y oyendo ”
Primera lectura del libro de Isaías
El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá, germinará y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortalesca las manos débiles, afiancen las rodillas vacilantes; digan a los inquietos: «Sean fuertes, no teman. He aquí nuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y nos salvará». Entonces se despejarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el rengo como un ciervo. Retornan los rescatados del Señor. Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros. Los dominan el gozo y la alegría. Quedan atrás la pena y la aflicción. PALABRA DEL SEÑOR
Salmo
R/. Ven, Señor, a salvarnos
El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/. Ven, Señor, a salvarnos
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/. Ven, Señor, a salvarnos
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/. Ven, Señor, a salvarnos
Segunda lectura de la carta de Santiago
Hermanos: esperen con paciencia hasta la venida del Señor.
Miren: el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.
Esperen con paciencia también ustedess, y fortalescan los corazones, porque la venida del Señor está cerca.
Hermanos, no se quejen los unos de los otros, para que no sean condenados; miren: el juez está ya a las puertas.
Hermanos, tomen como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. PALABRA DEL SEÑOR
Evangelio según la comunidad de Mateo
En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle:
«¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».
Jesús les respondió:
«Vayan a anunciar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan:
«¿Qué salieron a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salieron a ver, un hombre vestido con lujo? Miren, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué saliste?, ¿a ver a un profeta?
Sí, les digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.
En verdad les digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él». PALABRA DEL SEÑOR
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