NOTICIAS DE LA IGLESIA ARGENTINA, laicos que contestan a sus obispos.
A NUESTROS PASTORES.
“Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.” (Juan
10.11)
Ante la CARTA AL PUEBLO DE DIOS
dada a conocer por los Obispos el 9 del presente, quienes en octubre pasado
adherimos al documento “A PROPOSITO DE LAS DECLARACIONES DEL
DICTADOR JORGE RAFAEL VIDELA” sentimos la necesidad de dirigirnos
nuevamente a ustedes.
1. Somos conscientes de que la Carta
–aunque no lo diga expresamente – es una forma de reconocer la validez de las
cuestiones planteadas en nuestro Documento. Rescatamos también la claridad con
que afirma que es necesario poner “empeño en la búsqueda de la verdad”. Valoramos
ambos aspectos como señales que posibilitarían un diálogo que consideramos urgente
y necesario.
2.- Este propósito, sin embargo,
aparece empañado por una serie de ambigüedades y omisiones. Quizás por ser
fruto de una prolongada discusión, la Carta parece privilegiar la “unidad formal e institucional” por
encima de la fidelidad a la Palabra y la
vocación profética. Esto no es nuevo, pero en otros tiempos hubo pastores
que expresaron públicamente sus disidencias y actuaron en consecuencia, constituyéndose
en faro de esperanza para el Pueblo de Dios. Nuestro agradecido recuerdo a los Obispos Angelelli, Ponce de León, Novak, De
Nevares, Hesayne y otros. Confiamos en que lo mismo vuelva a ocurrir en las
actuales circunstancias.
3. Ante la dolorosa insatisfacción
que nos producen las ambigüedades y omisiones del mensaje episcopal, volvemos a
exhortar públicamente a nuestros pastores para que:
a) Hagan cesar el público pecado de escándalo que se
configura hoy, cuando un criminal convicto y confeso de delitos de lesa
humanidad, sin arrepentirse ni manifestar voluntad alguna de reparación de las
atrocidades cometidas, tiene acceso al sacramento de la Eucaristía.
b) No sólo “exhorten” sino que “exijan” a los capellanes militares
y de las fuerzas de seguridad, sacerdotes, religiosos, religiosas y cristianos
en general que brinden toda la información que tengan sobre los menores
secuestrados, o sobre el destino de los desaparecidos. Ayudarán así a poner fin
a la tortura moral de las abuelas o, al menos, a devolver a las familias la
mínima paz del destino conocido.
c) Abran los archivos de la
Conferencia Episcopal (Asamblea Plenaria, Comisión Permanente, Comisión
Ejecutiva) Obispado Castrense y Capellanías de las FFSS, a quienes
quieran investigar como lo dicen en su Carta “esa verdad dolorosa y comprometedora para todos…” y permitan que
se complete así “un estudio demorado pero
necesario…”
4. Agradecemos la referencia a nuestra
presentación hecha por el Grupo de Curas
en Opción por los Pobres, en su comunicado respecto de la Carta al Pueblo
de Dios. Valoramos con cristiana fraternidad su testimonio y compromiso
ministerial. Valoramos también el acompañamiento de otros, sacerdotes,
religiosos, religiosas y laicos consagrados que comparten los valores que nos
movilizan.
Esperamos que como parte de la
búsqueda de verdad, reconocimiento, arrepentimiento y reparación a la que
felizmente se comprometieron, puedan nuestros obispos, con la asistencia de
Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra Patria, dar pronta respuesta a
estos reclamos y hagan cesar situaciones escandalosas que confunden y debilitan
al Pueblo Peregrino del que formamos parte.
Cristianos para el Tercer Milenio
Equipo coordinador
Hernán Patiño Mayer. Rodolfo
Valerio Briozzo.
Fernando Portillo. Angel A.
Bruno. Alicia Pierini.
Gustavo Bottini. Ana María Biancalana
Rodolfo Luis Brardinelli. Cristina Domeniconi
Ricardo Mc Loughling. Ana Cafiero
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