FEDERACION
LATINOAMERICANA DE SACERDOTES CASADOS, 31 de Marzo de 2.013
CARTA DIRIGIDA AL OBISPO DE ROMA Y SUMO PONTIFICE
PAPA FRANCISCO
Estimado
Padre Francisco:
Nosotros, Sacerdotes Católicos Casados y/o Secularizados, juntamente con
nuestras esposas, pertenecientes al continente Latinoamericano, nos dirigimos a
Usted puesto por el Espíritu para conducir a la Iglesia de Jesús, al Pueblo Santo de Dios.
Ante todo queremos saludarlo y acercarnos afectuosamente para felicitarlo
por haber sido elegido por el Colegio de Cardenales como Obispo de Roma, para
presidir en la caridad a todo el Pueblo de Dios y desearle un ministerio
petrino muy fecundo.
Como protagonistas de nuestra historia y testigos de la Fe en América
Latina, tenemos una gran esperanza de renovación para nuestra Iglesia de la cual somos parte
mediante el Sacramento del Bautismo; pero con la conciencia
de que un día también fuimos ungidos con el Sacramento del Orden Sagrado,
vivenciándolo desde una vida sencilla, en pareja o no, formando una familia o
en soledad, asumiendo en muchos casos la paternidad biológica, comprometidos
con nuestra Fe desde diversos campos de la vida secular.
Sabemos
que los gestos que Ud. está realizando son signos de una Iglesia que necesita
cambiar dando respuestas a los momentos históricos que se suceden y para seguir
dando razón de nuestra esperanza.
Seguramente
estos cambios que Ud. viene a proponer a los bautizados y a todo el mundo no
van a ser una tarea fácil y que ante todo requerirá del compromiso de todos y
de los tiempos necesarios para que los mismos puedan ser concretados.
Es
por eso que también queremos manifestarle que la Federación Latinoamericana es
un Movimiento Profético que aspira desde sus inicios a proponer cambios en las
estructuras de la vida de la Iglesia Católica.
Este
movimiento de carácter Internacional fue creado por uno de sus hermanos obispos
ya fallecido; Monseñor Jerónimo Podestá, el cual fue asistido por Ud. cuando
era Cardenal en Argentina con amor fraterno el último instante de su existencia;
Dicho gesto siempre será recordado tanto por
nuestra Presidenta Honoraria como por todos los que integramos esta Federación
por esa actitud pastoral para con un Obispo que estaba suspendido “a divinis”
por comprometerse a construir una Iglesia según los lineamientos del Concilio
Vaticano II y especialmente por divulgar la Encíclica “Populorum Progessio”.
También queremos manifestarle que no estamos
en contra del celibato, sino a favor de un celibato optativo que pueda con el
tiempo ser modificado como ley del C.I.C.; como también la participación de la
mujer desde un lugar de protagonismo y no desde un rol subalternizado en los
órganos de decisión de la Iglesia, la renovación de los ministerios pastorales,
la vivencia de una comunidad de creyentes con mayor sencillez, sin ostentar
títulos honoríficos, sin privilegios económicos y sociales, a la manera de las
primeras comunidades cristianas, que fueron proféticas, siendo más fraternas, más sencillas y más evangélicas.
Queremos recordar lo expresado en
la Declaración Final del VII Encuentro
de la FEDERACIÓN LATINOAMERICANA, realizada en Buenos Aires, Argentina del 21
al 24 de septiembre del 2.011 que a continuación transcribimos:
“…En estos días en que vivimos más que
una época de cambio, un cambio de época cuyo signo son las profundas
transformaciones sociopolíticas, culturales, tecnológicas y económicas, que
afectan principalmente a las generaciones jóvenes; que estamos en vísperas de la Celebración el 50º
(Quincuagésimo) Aniversario de la Apertura del Concilio
Ecuménico Vaticano II (1962) y que comenzamos apenas a implementar el
cumplimiento de lo acordado en la Conferencia de
Aparecida:
1. Nos comprometemos a profundizar una espiritualidad fuerte y radical
centrada en la Palabra de Dios, particularmente
en los Evangelios, mediante la multiplicación de Encuentros con personas,
familias y grupos, donde fortalezcamos nuestra Fe, avivemos nuestra Esperanza e
intensifiquemos nuestra Caridad, dejándonos conducir por el Espíritu Santo,
presente siempre en la historia personal y colectiva de los creyentes en
Jesús, que está en el mundo y se
manifiesta mediante los signos de los tiempos.
2. Renovamos nuestro compromiso de cristianos
y de ministros ordenados, de vivir y
ejercer nuestra participación en la
Misión de Jesús para la realización de su Proyecto; desde una humanidad
cimentada en su Evangelio, debidamente contextualizado en la solidaridad, la
justicia y la paz, privilegiando la opción preferencial por los más pobres y
los oprimidos.
3. Nos proponemos desarrollar una comunicación permanente, respetuosa y
fraterna con toda la Comunidad de Creyentes y sus
ministros, al tiempo que renovamos nuestra disposición de servirla, para lo
cual deseamos promover e intensificar vías de “relaciones de fraternidad y
mutua colaboración” (D.A. Nº 200).
4. Refrendamos nuestra pertenencia a los Organismos Supra Continentales
que nos unifican como grupo y convocamos a nuestros pares Latinoamericanos que
aún viven aislados, a sumarse a nuestros grupos nacionales y locales.
5. Manifestamos nuestra apertura hacia grupos de similares causas y
hacia todos los que se sienten identificados con nuestros objetivos, para sumar
esfuerzos en pro del bien común, con
un auténtico compromiso social y político…”
Con
la confianza de saber que seguimos en la comunión espiritual a través de
nuestras oraciones y la de nuestras esposas y familiares que pertenecen a esta
Federación nos despedimos solicitándole su Paternal Bendición.
Clelia Luro de Podestá
(ARGENTINA)
Presidenta Honoraria
Vitalicia de la Federación Latinoamericana.
Teresa de la Torre y
Lauro Macías Raygoza
(MÉXICO)
Pareja Presidente de la Federación Latinoamericana.
Natalia Bertoldi y
Guillermo Schefer
(ARGENTINA)
Pareja Vicepresidente de
la Federación Latinoamericana.
Oscar Varela
Secr
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