DOMINGO 16º comenta ATILANO

DOMINGO 16º t.Ord. C.C. Gn.18,1-10ª;Col1,24-28; Lc;10,38-42 LUCHA y CONTEMPLACION.- Comenta ATILANO ALAIZ. Versión libre-resumida ,de E .Bernadá, autorizada.- Nos dice acertadamente Atilano: “ La agitadísima Marta de hace veintiún siglos es el símbolo de nuestra sociedad o de una gran mayoría de hombres y mujeres desbocados en acciones compulsivas. Se escucha con frecuencia: “ ¿Para qué rezar tanto? Lo bueno es hacer el bien! Yo no rezo pero procuro darle una mano al que la precisa “. Al otro extremo vemos personas tan entregadas en rezos, signos, genuflexiones que no tienen tiempo de hacer el bien, y también las hay tan entregadas a hacer el bien que no les queda tiempo de orar. Sociólogos, sicólogos están de acuerdo en que el hombre moderno es un ser aturdido, invadido, estresado, por el ruido externo y el interno. Estamos inmerso en un mundo, una civilización del ruido, teléfonos móviles, auriculares en calles, trabajo, transportes. Algunos confiesan dormirse con ellos colocados conectados, durmiendo con él funcionando. El sosiego, la concentración, la reflexión, el diálogo, la comunicación, es dificultada tremendamente. Estudiosos del tema afirman que nuestros niños desde edades muy temprana y los jóvenes son un hervidero de imágenes, informaciones, totalmente desordenadas, sin asimilar. Todo esto supone el peligro de que todo se nos impone desde fuera, sin siquiera seamos capaces de filtrar, asimilar y optar libremente, personalmente. Todo eso supone el peligro de que en vez de vivir nosotros, nos vivan . “ NUNCA SE HA CORRIDO TANTO PARA LLEGAR A NINGUNA PARTE”. afirma un escritor de nuestros días. Phil Bosmans dice “ el hombre contemporáneo ha convertido la vida en una autopista entre la cuna y el cementerio””estamos tan ocupados en hacer el bien que no tenemos tiempo de ser buenos”, afirma Fernando Savater. Los cristianos corremos el peligro de no encontrarnos con nosotros mismos, por consecuencia nos resulta difícil encontrarnos con Dios. Así resulta muy difícil encontrarnos con los demás en profundidad, como le ocurría a Marta con respeto a Jesús y a su hermana María, está tan agitada yendo de un lado para otro, que no le quedaba tiempo para dialogar un tiempo sosegadamente en familia y con Jesús. Jesús le dijo: “ no estéis inquieta de un sitio para otro, no quiero ni necesito agasajos; lo que quiero es tú compañía. No se trata, naturalmente, de alternativas reduccionistas: acción o contemplación, sino de armonía de equilibrio.- Jesús, trabaja a destajo, ora a destajo. Los evangelistas ponen de relieve sus grandes espacios de tiempo dedicados al silencio y la oración, Lucas, resalta que antes de tomar decisiones importantes, se retira a orar largamente, pasa noches enteras en oración, mientras sus amigos roncan a pierna suelta. Ora con frecuencia en la montaña, solo y aparte, incluso cuando todos les buscan, no nos engañemos los grandes revolucionarios de la humanidad, los que han dejado de verdad huella en la historia, han sido grandes contemplativos. “ La vida es un vaivén entre la oración y la acción, el movimiento TAIZË dice en un eslogan dinámico y expresivo; “ Lucha y contemplación para ser hombres de comunión.-“ Este pasaje evangélico nos invita a encontrarnos, mediante el silencio, la oración contemplativa, la convivencia sosegada, con nosotros mismos, con el Señor y en nuestra comunidad y nuestros prójimos. ¿Qué nos pide el Señor con esta palabra que ha pronunciado para nosotros? ¿Aumentar, quizá, nuestra cuota de oración cada día, nos pide quizás una convivencia en nuestra COMUNIDAD, en nuestra familia, con los amigos, vivenciando la actitud de María a los pies de Jesús, significa también realizar el diálogo familiar de comunidad para gozar contemplativamente la naturaleza, destinar un poco mas de tiempo a lecturas formativas, tomar la mano del que la necesita? Pablo VI nos dice: “El hombre moderno ha salido de su casa, ha perdido la llave y no es capaz de retornar a ella”. Esa llave, naturalmente, es la de la intimidad. María salió. Sin duda, reanimada de aquel encuentro con el Señor. Hoy muchos cristianos confiesan que, como María, encuentran la paz a los pies del Señor.” Condensado en versión libre de “EL DON de LA PALABRA” ciclo C, autor Atilano Alaiz