Francisco a los superiores religiosos: "Despierten al mundo"
El Papa indicó que la formación es una obra artesanal y no policiaca, que es necesario hablar a los jóvenes con su lenguaje y que existe también el peligro de 'la trata de novicias'.
Por
Redacción
ROMA,
03 de enero de 2014 (Zenit.org) - La revista Civiltà Cattolica ha
publicado hoy en exclusiva la conversación en el Vaticano que el Papa Francisco
concedió a la Unión de Superiores Generales (USG) de los Institutos religiosos
masculinos al final de su 82a Asamblea General.
"Viendo
a los religiosos la gente debe entender: “¡Estas personas van más allá del
horizonte mundano! Es decir --ha continuado el Papa, citando a Benedicto XVI--
la vida religiosa debe permitir el crecimiento de la Iglesia por el camino de la
atracción”. Y les pidió “¡Sean testimonio de un modo distinto de hacer, de
actuar, de vivir!”.
Para
entender los problemas, dijo Franciso, “no sirve estar en el centro de una
esfera. Para entender, nos debemos 'descolocar', ver la realidad desde más
puntos de vista diferentes. Tenemos que habituarnos a
pensar”.
Y
ejemplificó con un caso concreto, el apostolado juvenil: “Quien trabaja con los
jóvenes no puede detenerse a decir cosas demasiado ordenadas y estructuradas
como un tratado, porque estas cosas les resbalan a los jóvenes. Se necesita un
nuevo lenguaje, un nuevo modo de decir las cosas”.
“Entonces,
¿cuál es la prioridad de la vida consagrada? Respondió el Santo Padre: “La
profecía del Reino, que no es negociable”.
Y
sobre la nueva geografía que se va diseñando en la Iglesia con más personas de
Asia y África indicó: que "esto nos obliga naturalmente a repensar la
inculturación del carisma”. Y sobre el miedo de cometer errores invitó al coraje
y recordó que “tenemos que pedir siempre perdón y mirar con mucha vergüenza las
frustraciones apostólicas que fueron causadas por falta de coraje. Pensemos, por
ejemplo, en las instituciones pioneras de Matteo Ricci que en sus tiempos las
dejaron caer”. Y matizó que no es solamente una cuestión de folklore, sino que
es necesario entender la mentalidad de cada pueblo.
El
Papa Francisco reconoció los riesgos, también en términos de “reclutamiento
vocacional”, de las Iglesias más jóvenes. Y recordó que en 1994 en un sínodo
“los obispos filipinos denunciaron la 'trata de novicias', es decir, la masiva
llegada de Congregaciones extranjeras que abrían casas en el Archipiélago con el
fin de reclutar vocaciones y transplantarlas a Europa”.
Sobre
las vocaciones indicó que la formación "es fundamental. Los pilares de la
formación son cuatro: espiritual, intelectual, comunitario y apostólico. El
fantasma que se debe combatir es la imagen de la vida religiosa entendida como
refugio y consuelo ante un mundo “externo” difícil y complejo”. Por ejemplo
dijo, “no se resuelven los problemas simplemente prohibiendo hacer esto o
aquello. Es necesario mucho diálogo, mucha confrontación”.
Invitó
por ello a evitar a todo costo la hipocresía y recordó que “la formación es una
obra artesanal, no policíaca. Tenemos que formar el corazón. De otro modo
formamos pequeños monstruos”. Y añadió que “el formador tiene que pensar que la
persona en formación será llamada a cuidar el Pueblo de Dios”. Y que en los
seminarios se pueden aceptar a los pecadores, porque todos lo somos “pero no a
los corruptos”.
Sobre
la vida de comunidad recordó la experiencia de la comunidad de Taizé. Y si bien
reconoció que “a veces es difícil vivir la fraternidad, si no se la vive, no
somos fecundos”. Si bien “La fraternidad religiosa --ha continuado el Papa-- más
allá de todas las diferencias posibles, es una experiencia de amor que va más
allá de los conflictos”.
Sobre
las relaciones entre los obispos y los religiosos, el Santo Padre consideró que
los tiempos están maduros para rever los criterios de 1978 y que ha ha confiado
a la Congregación para los religiosos la tarea de retomar la reflexión y de
trabajar en una revisión del documento Mutuae relationes.
Porque:
“es necesario salvar el diálogo entre el obispo y los religiosos para evitar
que, no entendiendo los carismas, los consideren simplemente como instrumentos
útiles”.
Sobre
el salir a las fronteras el Pontífice indicó que si bien quedan las geográficas
hay también fronteras simbólicas, las cuales no son prefijadas y no son iguales
para todos, sino que “deben buscarse sobre la base de los carismas de cada
Instituto”.
Y ha
citado otros dos desafíos siempre importantes: el cultural y el educativo en las
escuelas y universidades. Los pilares de la educación dijo son: “transmitir
conocimientos, transmitir modos de hacer, transmitir valores. A través de ellos
se transmite la fe. Indicó también la preparación que se requiere para recibir
en contextos educativos, a niños, adolescentes y jóvenes que viven en
situaciones complejas, especialmente en familia".
Al
concluir el encuentro el papa Francisco le dijo a los presentes: “Les agradezco,
les agradezco por este acto de fe que han tenido en esta reunión". Gracias por
aquello que hacen, por su espíritu de fe y la búsqueda del servicio. Gracias por
su testimonio, por los mártires que continuamente dan a la Iglesia, y también
por las humillaciones por las que tienen que pasar: es el camino de la Cruz.
Gracias de corazón”.
En el
texto se puede descargar también del sitio: www.laciviltacattolica.it, en
italiano, ingles y español.
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