El Fondo Monetario Internacional sólo trae malos recuerdos en Argentina . Es casi una mala palabra, asociada con las políticas de ajuste y los peores desastres financieros. "Es como volver", "que ya vivimos", "Es más de lo mismo", se escuchó en las calles de Buenos Aires casi al mismo tiempo que el presidente Mauricio Macri anunció por televisión que pedir un rescate financiero al Fondo, el primero en 15 años. Los argentinos tienen motivos para pensar así. El primer préstamo que el Fondo dio al país sudamericano fue en 1957, para un gobierno militar. Desde entonces, su presencia acompaña todas las crisis económicas que sacuden Argentina cíclicamente.
El informe es Federico Rivas Molina y Mar Centenera , publicado por El País , 08/05/2018.
En los años noventa, el Fondo ha seguido con la convertibilidad pasión aplicada por Domingo Cavallodurante el gobierno de Carlos Menem . Y hoy en día todo el mundo asocia el Fondo al fracaso de ese modelo en 2001. El Gobierno de Fernando de la Rúa había acordado con el Fondo un blindaje financiero 38 mil millones de dólares para apoyar el peso de un menemismo en dólares de paridad uno heredado. Pero sólo hubo dos desembolsos. La suspensión de la tercera precipitó el fin de la convertibilidad y el estallido de la peor crisis económica que los argentinos recuerdan.
Eduardo Duhalde , el sucesor de emergencia a De la Rúa , apeló dos veces para el Fondo , que coloca las condiciones cada vez más duras, siempre relacionados con la reducción del gasto público y el déficit fiscal. El Fondo nunca ha sido el principal acreedor de la Argentina , pero su aprobación dependía de la llegada de las inversiones: de ahí el peso de sus ingresos. En 2006, el presidente Néstor Kirchner logró eliminar el déficit, gracias a los resultados extraordinarios de la exportación de materias primas. Los países emergentes vivieron años de prosperidad económica y el kirchnerismo querían dar un golpe de efecto: cancelaron la deuda de 9,8 mil millones que Argentina tenía con elFMI y declaró libre de cualquier condicionamiento. Las banderas de una supuesta soberanía económica estaban muy altas y los argentinos acompañaron al kirchnerismo con sus votos.
Pero el viento de popa no duró. los precios de las materias primas cayeron y Argentina pasó a gastar más de lo que producía. El kirchnerismo decidió financiar en pesos, sobre todo con el dinero de los fondos de pensiones. Cerrado el crédito externo, se prestaba a sí mismo con la emisión de moneda. A cambio, no tenía que rendir cuentas a nadie. Macri llegó al poder en 2015 y dijo que la situación era insostenible heredada. Volvió entonces a los mercados internacionales. Primero pagado 9.3 mil millones de los llamados fondos buitrespara acabar con el litigio debido al escándalo de la deuda externa declarada en 2001. En dos años tomó más de 50 mil millones de dólares en el mercado internacional, pero eso no fue suficiente para hacer del peso una moneda a prueba de tormentas externas. Hoy dijo que pedirá ayuda al Fondo nuevamente, y los argentinos tienen dificultad en creer que esta vez será diferente.
"De vuelta a esta situación provoca ansiedad", dice Ezequiel , un maestro que tenía 22 años cuando la crisis de 2001 . Otros hablan de "decepción", o simplemente "rabia". "No sé si los argentinos van a tolerar que, quizá con la esperanza, pero hay toda una generación de 40 años hasta que sabe qué pasó con el FMI . Siempre que sus ingresos se aplicaron las consecuencias fueron pagadas por los trabajadores ", añade Ezequiel, que espera que la gente salga a las calles para protestar.
Carlos , el dueño de una tienda de flores en Villa Ortuzar, un medio - barrio de clase de Buenos Aires , teme que la palabra " ajuste ". "Volver al FMI significa entregar el país, eso es lo que Macri está haciendo. Pronto dirán que necesitan para hacer más ajustes, ajuste jubilados, vender empresas públicas. "Él no cree, además, que el Fondo ha" cambiado " , dice su director gerente, Christine Lagarde. "Es más de lo mismo, o incluso peor, porque cada vez que exprimir más a los que menos tienen y crece la brecha entre las personas que tienen dinero y los pobres." ¿Quién es más antiguo, como Graciela, jubilada, ve una nueva crisis en el horizonte. "Tengo mucho miedo porque ya vivimos eso. La última vez que el FMI vino, que llegó a tener una gran crisis. No entiendo mucho de política, pero lo que sé es que mi dinero no es suficiente ", dice.
El malestar llegó incluso a aquellos que votaron por Macri , con la esperanza de que los problemas heredados kircherismo se resolvieron. Nacho tiene 24 años, conduce un taxi por la mañana y por la tarde el trabajo de un kiosco de dulces. Dice que sabe "muy poco" sobre el FMI , pero no tiene muchas expectativas para la ayuda que pueda conseguir. "Es un desastre", dice, "todo se eleva y el dinero no es suficiente. Ganó 16.000 pesos (unos 2.550 reales) y pagó 12.000 (1.912 reales) de alquiler. Soy anti-Kirchner porque robaron todo, pero Macridijo que iba a hacer un cambio y eso no sucedió. He votado en Macri y ahora me arrepiento, no voto más en él. Es posible que el dinero del Fondo dé un poco de oxígeno a la economía argentina, pero a cambio el Gobierno deberá pagar un alto precio político.
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