martes, 14 de septiembre de 2021

IHU. UN TEMA MUY IMPORTANTE; regalar un teléfono móvil. Es una elección decisiva porque implica la vida y la serenidad de nuestros hijos.

 Los niños no tienen las herramientas cognitivas para manejar las tecnologías. Y la experiencia en realidad que proviene de ella dificulta su crecimiento.

El informe es de Viviana Dalosio,publicado en Avvenire,12-09-2021. La traducción es de Moisés Sbardelotto.

La última provocación del psicoterapeuta de desarrollo Alberto Pellai es prohibir el celular en casa hasta el noveno año de primaria. He aquí por qué: no satisface sus necesidades; reduce la probabilidad de éxito escolar; interfiere con el desarrollo de la mente en la era evolutiva; tiene un impacto en la salud; crea ansiedad y dependencia; genera deseducación sexual e interfiere con el sueño; influye en las reacciones emocionales y las relaciones con los demás.

Para enumerar las razones por las que los adolescentes no deben ser usados (o quitados) del teléfono, unaenciclopedia no sería suficiente. Y esto es lo que se asemeja al último viaje del psicoterapeuta del desarrollo Alberto Pellai,junto a su esposa y psicopedagogista Bárbara Tamborini,por la cotidianidad de las familias afectadas por la tecnología. Que provocativamente toma el título de "Vietato ai minori di 14 anni" [Prohibido para niños menores de 14 años] (Ed. DeAgostini), no tanto por la nostalgia del pasado, sino para demostrar que decir "no" es un reto que aún pueden superar los padres, por el bien de sus hijos.

 

Aquí está la entrevista.

 

¿De dónde empieza el libro?

De la realidad. Hoy en día, nos enfrentamos a la presencia universal y total del smartphone, un fenómeno que nos concierne en primer lugar a los adultos, y luego a los menores de edad cada vez más: basta pensar que cerca de 1,2 millones de niños,entre 3 y 8 años de edad, están regularmente en línea. El mercado, además, es muy poderoso: los más pequeños terminaron dentro de él, representan un público objetivo muy rentable, con el dramático resultado cultural de que los sujetos en edad de desarrollo ya son vistos como sujetos que producen ganancias, y ya no como sujetos en formación. La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿qué produce en ellos el uso masivo del celular ya a esta edad? Y la respuesta, de la que deriva la necesidad de imponer la prohibición "fuerte" que proponemos hasta el noveno año, se basa en indicaciones científicamente razonadas: solo daño.

¿Por qué?

Porque los menores de 14 años el cerebro humano no está organizado, sino tsunâmic: la adolescencia es cambio, crecimiento, riesgo, investigación, exploración. A medida que las situaciones se experimentan en la realidad, el cerebro aprende a organizarlas y adquiere habilidades cognitivas relativas. Y este proceso, que solo puede desarrollarse en la realidad, requiere gradualidad, así como la construcción de una casa de varios pisos. El teléfono móvil, con todo lo que ofrece e inmediatamente al alcance de la mano, no puede ser gestionado por niños y adolescentes simplemente porque aún no tienen las herramientas para ello. Aun así, permitimos que el celular entre en la vida de nuestros hijos y fagocita. Los niños están a cero desde el punto de vista social y emocional, más inmaduros, incapaces de enfrentar la realidad, cada vez más irritados.

"Pero todo el mundo tiene, repita uno de los muchos padres convencidos de la elección, y tendrán que lidiar con la tecnología tarde o temprano ..."

Esta es una de las discusiones más extendidas entre madres y padres, sí. En el libro, reportamos muchos argumentos análogos: "Pobre cosa, mi hijo estaría completamente aislado", "Le dimos algunas reglas, y él usa su celular de manera responsable", "En el restaurante o cuando estamos en la casa de los abuelos, no podemos renunciar al celular,porque se aburriría". Pero, ¿es realmente así? La sensación es que muchas veces los padres renuncian a poner en el campo alternativas prácticas a la elección de regalar el celular. En el caso del restaurante o la casa de los abuelos, es comúnmente posible fomentar debates o actividades que también pueden involucrar a niños adolescentes. En el caso de una fiesta con amigos, en la que los padres suelen decirnos que los niños están todos pegados al frente de las pantallas, es posible establecer como regla inicial que el celular no entre: está en una canasta, en la entrada, y se retoma al final.

Y aquí también es necesario que los padres de los amigos estén en la misma línea.

Exactamente, se necesita un hilo conductor. A lo que los adultos a menudo renunciamos, por miedo a estar aislados: en cambio, necesitamos hablar con otros padres, en la clase o en el vecindario, para discutir este tema. Cuanto más tengamos las ideas claras y las compartamos dentro de la comunidad en la que vivimos, más podrán nuestros hijos disfrutar de un entorno de crecimiento en el que los límites y las fronteras sean fáciles de respetar.

¿Y quién te ha dado un teléfono celular? ¿Cómo vuelves?

Nuestra sugerencia va dirigida principalmente a los padres de Primaria y Primaria, es decir, aquellos que aún no han tomado la decisión de regalar un teléfonomóvil. Es una elección decisiva porque implica la vida y la serenidad de nuestros hijos. Debemos mantenerla bien y esperar. Para aquellos que ya han tomado esta decisión, es urgente discutirlo nuevamente.

 

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