IHU.- Adital. BRASIL, un país con inmensa riqueza natural, con inmensa desocupación, con poblaciones con hambre, a ese país visitan nuestros gobernantes en busca de apoyos....

 Como si todos los problemas derivados de la desigualdadbrasileña no fueran suficientes, agravados por la Enmienda Constitucional del Techo de Gasto,la Pandemia de Covid-19 arrojó luz sobre cuatro problemas estructurantes que se hicieron aún más visibles:

1) salud: la pandemia ha afectado más intensamente a los residentes periféricos;

2) trabajo:la caída de la actividad económica genera más impactos en las personas de la periferia;

3) educación:el acceso a las clases a distancia se ha convertido en un reto para la mayoría de los niños y jóvenes de la periferia;

4) derechos humanos:la necesidad de distanciamiento social y el resurgimiento de la violencia policial han aumentado en la pandemia.

 "Brasil ya tenía un déficit en estas áreas y estaba aún más desactualizado cuando llegó la pandemia. Para un país desigual con una deuda social como Brasil,una política como el techo de gasto no tiene sentido", dice el investigador Leonardo Fontes,autor del estudio sobre la pandemia, periferias y formas elementales de vida social recientemente publicado,en una entrevista telefónica con el Instituto Humanitas Unisinos - IHU.

 

"Lo que Brasil necesita hacer en este momento, pensando en los próximos años y décadas, es una opción clara: si queremos tener salud, educación y servicios públicos universales de calidad, asegurando una red de servicios y protección social para todos los ciudadanos brasileños, necesitamos aumentar las inversiones en estas áreas y, por lo tanto, una derogación del techo de gasto es urgente e ineludible", advierte el entrevistado.

 

O sentimento de beco sem saída é, antes, efeito de um projeto que visa desidratar qualquer pensamento ou utopia política, dentre eles o da renda básica universal. “É preciso que a sociedade brasileira aponte para os seus governantes que não aceitamos que nenhum brasileiro viva com menos de uma determinada quantia de dinheiro por mês. A pergunta que sempre surge é: isso é viável? Bem, o Sistema Único de Saúde - SUS é universal, o acesso à educação básica é universal, portanto, não são políticas voltadas para os mais pobres apenas, e sim direcionadas para toda a população. Então, por que não é possível pensarmos uma política de renda mínima que abranja toda a população brasileira? Complementarmente, seria preciso reconstruirmos nossa estrutura tributária para que ela se torne mais progressiva”, propõe.